Hace 2 años y medio que marchamos por las calles de Pergamino, que nos organizamos como colectivo, que nos abrazamos con otras luchas, que organizamos jornadas, que gritamos justicia. En este camino, logramos destrabar la versión oficial y de algunos medios y tuvimos que tomarnos el trabajo de humanizar a las víctimas y defender la memoria de los pibes, que fue muy pisoteada. En medio de todo esto, la justicia caratuló la causa como abandono de persona seguido de muerte, imputó y exoneró a los 6 policías. El camino fue largo, pero todavía no termina.
En el juicio, la defensa de los policías va a decir que ellos son víctimas, pero nosotros sabemos muy bien que esto no hubiese sucedido si no facilitaban las cosas, porque tuvieron la capacidad humana para decidir con libertad y decidieron: no abrieron el candado, no habilitaron el agua de la celda, cerraron las puertas que deberían estar abiertas, no usaron los matafuegos, no llamaron a los bomberos de inmediato, ocultaron las llaves, impidieron el trabajo de los bombero. Hubo una clara intencionalidad, tuvieron la voluntad y disfrutaron verlos morir. No fue un accidente, ni un hecho inesperado. En años anteriores a 2017 hubo tres incendios similares en la Comisaría Primera por condiciones de detención que nunca fueron modificadas: hacinamiento y sobrepoblación, falta de agua, falta de ventilación, falta de colchones ignífugos. Por todo eso, aunque ellos digan que son víctimas, nosotros decimos que Sergio Rodas, Brian Carrizo, Matías Giullietti, Carolina Guevara, Alexis Eva y Sebastián Donza son culpables.
El 2 de septiembre le pediremos justicia a una justicia injusta, porque nuestros pibes no van a volver, la angustia y el dolor de las familias no cesan y los casos de represión estatal siguen sucediendo. El vacío no lo vamos a llenar con una justicia ejemplar. Esperamos que la justicia siente un precedente pero, más que nada, que otros jóvenes no estén en peligro.
Es importante que nos acompañen porque no podemos dejar que se naturalice la represión estatal. La mayoría de los policías esperan su juicio en la comodidad de la prisión domiciliaria. Esto demuestra que las fuerzas de “in“seguridad son privilegiadas a la hora de dar cuenta de sus actos criminales, cuando no públicamente premiadas.
Entendemos que la represión contra lxs pibxs humildes es una política de Estado, y que solo podemos pararla teniendo presencia en las calles y en los tribunales. Por eso un juicio de esta índole es sumamente importante para defender la vida de nuestrxs jóvenes.
Necesitamos que estés, por los 7 y por la vida de todxs.
Exigimos: juicio y castigo para los asesinos. Jus7icia para Federico Perrotta, Alan Córdoba, Sergio Filiberto, Juan José Cabrera, Jhon Mario Claros, Fernando Latorre y Franco Pizarro.