A 30 años de la Masacre de Budge

Balmaceda, el cabo primero Juan Alberto Miño y el cabo Isidro Rito Romero fueron condenados a 11 años de prisión por el crimen, pero aún así siguieron libres, al amparo de infinitos recursos.

En 1998, finalmente la condena quedó firme y se ordenó la detención. Naturalmente, se profugaron. Comenzó la larga lucha para encontrarlos, con la campaña “Si los ve, no avise a la policía, avise a CORREPI”. Y los fuimos encontrando. Balmaceda fue el último en caer, en 2006.

Aprendimos entonces que la impunidad y el amparo estatal a sus represores son política de estado, y que la organización y la lucha independiente son nuestra fuerza. Aprendimos en Budge que cuando un barrio se organiza y sale a pelear por sus hijos, cambia la relación de fuerzas frente a los poderosos. Aprendimos a construir organización popular contra la represión estatal.

Hoy, con más de 5.000 pibes y pibas asesinados por el gatillo fácil y la tortura, frente a un gobierno que nos mata al ritmo de uno cada 25 horas, que reivindica el terrorismo de estado y profundiza la represión en todas sus variantes, más que nunca apostamos a la unidad, organización y lucha que nos legaron los vecinos de Budge cuando salieron a la calle para gritar “El Pueblo pide justicia, no hay olvido ni perdón”.

A 30 años, familiares, vecinxs y amigxs convocan este sábado 13 de mayo a las 13:00, con concentración en Camino Negro y Recondo, para luego marchar hasta la esquina de Guaminí y Figueredo, el lugar de la masacre.

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BASTA DE GATILLOCILWILLY, NEGRO Y OSCAR ¡PRESENTES!

Contra la represión, ¡Unidad, organización y lucha!