Testimonio de la sobreviviente Graciela Draguicevich ante la impunidad de sus torturadores genocidas
Corría el año 1977 plena dictadura. Estábamos presas en el Penal de Villa Devoto hacia mucho ya en muy malas condiciones de vida. La cárcel estaba militarizada y el responsable era el teniente coronel Sánchez Toranzo. Teníamos una compañera discapacitada y pedíamos que la atendiera un podólogo porque sus uñas se le habían encapsulado y ya ni con las muletas podía caminar. Me acerque varias veces a la reja a solicitarlo. Al otro día vino el jefe de la guardia penitenciaria de apellido Quiñas y un podólogo. Me llamaron a una especie de consultorio detrás de la reja pero dentro del pabellón que tenía unas cortinas de plástico azul. Me sentaron en la camilla. Les dije que el podólogo no era para mí. Me agarraron fuertemente y me arrancaron las dos uñas de los dedos gordos del pie, obviamente sin anestesia. Este y otros más atroces aún, era el comportamiento de los milicos que hoy x el 2×1 recobraran la libertad. Ahhh …el teniente coronel Sánchez Toranzo NUNCA fue preso y durante muchos años fue profesor en la UBA.
(Testimonio de G.D., presa política por 6 años y 6 meses, sin causa ni proceso a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) integrado en ese momento por la Junta Militar. Genocidas que ahora recobrarán la libertad)