(Por Fernanda Giribone/APL)Desde hace casi 3 meses el gobierno de Netanyahu aplica un criminal bloqueo a la franja de Gaza, impidiendo el ingreso de alimentos, agua, medicinas y combustible, y restringiendo la energía eléctrica.
Distintas Organizaciones Internacionales denuncian que Gaza se encuentra en las puertas de una catástrofe humanitaria. La Organización Mundial de la Salud ha informado que 57 niños murieron por desnutrición desde marzo, cuando comenzó el bloqueo. Pero el peligro de hambruna se acrecienta. Según la ONU 14.000 bebés estarían en peligro de morir si no reciben alimentos en lo inmediato, y medio millón de personas estaría en riesgo de afrontar inanición. El máximo responsable de ayuda de la ONU denuncia que, día tras día, hay palestinos que son tiroteados, heridos o asesinados en la Franja “cuando simplemente intentan comer”.
En marzo el régimen sionista de Israel rompió la tregua y reinició los bombardeos. Su objetivo es criminal: matar de hambre a lo que queda del pueblo gazatí para expulsar a la población y forzar la rendición de la resistencia palestina, y completar así la limpieza étnica que iniciaron en 1947.
Las autoridades gazatíes informan oficialmente que fueron asesinadas 56.000 personas aproximadamente, sin embargo se considera que el número real es de más de 180.000. Casi la totalidad de los hospitales de Gaza fueron destruidos, al igual que las universidades. Gaza está quedando reducida a escombros.
Tanto la infraestructura médica como el personal sanitario, nacional e internacional, han sido blanco de violencia, y las ambulancias y los paramédicos operan bajo amenaza constante. Estos ataques sistemáticos al sistema de salud constituyen una grave violación del derecho internacional humanitario.
Por esto a los muertos por bombardeos y balas se suman, no solo la inanición, sino la falta de atención médica de enfermedades curables o tratables, que hoy son imposibles. Los tratamientos de enfermedades crónicas están truncados. No hay diálisis ni tratamientos oncológicos. Unas 50.000 mujeres palestinas embarazadas no tienen hospitales donde parir.
Los niños son los más perjudicados. No solo por el hambre. Médicos Sin Fronteras, da cuenta que muchos niños son fusilados, porque llegan a puestos sanitarios con disparos en la cabeza.
Esta batería de información y la proliferación de videos que inundaron las redes sociales con testimonios de esta verdadera masacre, le ha dado un nuevo impulso a las movilizaciones y a distintos gestos de solidaridad en el mundo, como fue la flotilla por la Libertad.
Sin embargo, mientras crece la denuncia sobre el genocidio, nuestro presidente, Javier Milei, viajó a Israel a apoyar de manera abierta a Netanyahu, el primer ministro israelí y máximo responsable de este genocidio. Un asesino que de hecho tiene un pedido de captura internacional desde la Corte de la Haya, por sus reiterados crímenes de guerra. Milei y Netanyahu firmaran un memorándum en nombre de la “democracia” y contra el “terrorismo”. Asimismo Javier Milei recibirá un reconocimiento por su lealtad. Según afirmó Polovets, director de Genesis Prize, la Fundación que entrega este “Premio Nobel Judío”, Milei “desde el 7 de octubre, ha sido sin duda uno de los amigos más incondicionales de Israel. Cuando la mayoría de los aliados de Israel callaban o condenaban, presionaban y, en algunos casos, sancionaban a Israel, el presidente Milei se mantuvo firme con los judíos y fue su defensor más visible, vocal e inequívoco”. El galardón, que además de la condecoración incluye nada menos que un millón de dólares, le será entregado en una ceremonia que se realizará en la Knéset, el parlamento de Israel.
El reciente anuncio de que en 2026 Argentina trasladará, como ya hizo Trump años atrás, su embajada a Jerusalen, es parte del repudiable apoyo al genocidio contra el pueblo palestino. Israel conquistó, y anexionó Jerusalén, en 1967 tras la guerra de los Seis Días, y la comunidad internacional, no lo reconoció como territorio legítimo, razón por la cual, la mayoría de las embajadas se radican en Tel Aviv. Argentina se suma así a EEUU, Guatemala, Honduras, Kosovo, Papúa Nueva Guinea y Paraguay en reconocer que la capital de “Israel” es Jerusalén.
Además la visita del presidente argentino coincide con el momento en que el Estado de Israel fueron noticia en los portales del mundo por secuestrar el barco Madleen de la Flotilla de la Libertad, que intentaba romper el bloqueo de Gaza, y que fue interceptada por el Ejército israelí, el pasado lunes de madrugada, ilegalmente en aguas internacionales.
Las últimas noticias sobre este indignante episodio, dicen que las autoridades israelíes habían puesto en aislamiento penitenciario a la eurodiputada francesa Rima Hassan y al activista brasileño Tiago Ávila. Rima Hassan fue trasladada tras escribir «Palestina Libre» en una pared de la prisión de Givón, donde estaba ingresada con otros siete activistas que no aceptaron ser deportados de Israel. En respuesta a esto la eurodiputada habría iniciado una huelga de hambre. Por su parte la reconocida activista Greta Thunberg, tras firmar un documento que aceptaba su deportación, fue colocada en un vuelo a Suecia, junto a otros tres detenidos del Madleen .
Lo que pasa en Palestina es muy grave, no solo para Palestina sino para el mundo entero. Mientras la narrativa dominante ha querido instalar que se trata de «una guerra», en donde Israel tiene “derecho a defenderse» del «terrorismo», lo que ocurre en realidad se enmarca en un contexto de colonización, ocupación y apartheid. Ante nuestros ojos se están violando supuestos consensos sobre derechos humanos y soberanías que, en teoría, habíamos alcanzado como humanidad.
Estamos ante un real genocidio, que se trasmite en directo por redes, y ningún organismo internacional o Nación, parece estar interesado, o ser capaz, de frenarlo. Todos callan. El gobierno de nuestro país, junto al de EEUU, directamente lo apoyan, tal vez porque piensan que en un futuro no muy lejano, ellos también tendrán que echar mano a políticas represivas similares. La xenofobia, el racismo, la deportación de inmigrantes y el estado de militarización de Los Angeles puede ser un ejemplo de esto.
Por el momento aparece la solidaridad de los pueblos, las movilizaciones autoconvocadas de todo el mundo, que respaldan al pueblo palestino y a su resistencia. El 15 de junio está prevista la “Marcha a Gaza”, promovida por organizaciones de más de 20 países. Hay que exigir el cese al fuego y que los gobiernos y estados del mundo rompan relaciones políticas, diplomáticas, comerciales y culturales con Israel.