(Oscar Castelnovo/APL) Un 16 de agosto -hace 49 años-, nacía en el pueblito de Loreto, Concepción, Paraguay, Carmen Villalba, en el seno de familia campesina. Tomó el camino de las armas ante las injusticias que ensangrentaron a los habitantes de la Nación Guaraní y a sus tierras. Así, convirtieron al Paraguay en el país más desigual en favor de la oligarquía que lo apropió. Esta presa política cumple hoy 6590 días de encierro en la Cárcel del Buen Pastor de Asunción a pesar de que ya compurgó la totalidad de su condena, sobradamente.
A la vez, hoy se conmemora un nuevo aniversario de la llamada «batalla» de Acosta Ñu, consumada en la Guerra del Triple Infamia, donde 24 mil soldados brasileños, uruguayos y argentinos masacraron a balazos a 3500 niños paraguayos -de entre 8 y 15 años- y también degollaron a los sobrevivientes -quienes ya se habían rendido- y a sus familiares, el 16 de agosto de 1869. Precisamente, en homenaje a ellos, en tierra guaraní se conmemora el Día del Niño en esta fecha.
Cómo se sabe, dos niñas argentinas de 11 años, Lilian y María Villalba, fueron secuestradas, abusadas y fusiladas, el 2 de setiembre de 2020, por la Fuerza de Tarea Conjunta que comanda Mario Abdo Benítez, presidente del Paraguay. El mandatario, aún disfraza los hechos tal como vistió a las nenas con uniforme de guerrilleras, luego de su ejecución. También fue apresada la trabajadora de la Salud argentina, Laura Villalba, en el marco de una causa armada.
En este contexto represivo es que Carmen Lichita Villalba (15), prima de las niñas, permanece en desaparición forzada por la FTC. Lichita es hija de Carmen y su madre, ya prisionera ilegal del Estado, quiere y así corresponde atravesar las rejas para ir en su búsqueda.
Pero la Justicia paraguaya lo impide recurriendo a los vericuetos kafkaianos, tal como corresponde a sus intereses políticos. Sin embargo, el campo popular reclama a Carmen Villalba en las calles.
Se trata de la lucha para que se materialice lo que corresponde que, como se sabe, no es la norma en los tribunales de América Latina. De ese modo, mientras no se realice la libertad habrá movilizaciones y escraches en diversos sitios del planeta con los nombres y/o rostros de los verdugos. Para que no se haga eterna la espera, para no perder un solo instante más, hoy llamamos a iniciar la campaña por un estricto acto de Justicia: Libertad inmediata a Carmen Villalba.