Comenzará el juicio por el crimen de Laura Iglesias

Laura Iglesias era mamá de 3 hijas y trabajaba para el Estado como Trabajadora Social en el Patronato de Liberados Bonaerense. En los últimos dos años se había radicado en Miramar, trasladando allí su cargo. Allí formó parte de un colectivo de trabajadoras que denunciaba la política de abandono y violencia en el Patronato. Esta organización venía denunciando una política de “aprietes y violencia” del Patronato, y cómo las condiciones laborales afectaban la salud de las trabajadoras (estados de depresión, burnout, ataques de pánico, aumento de licencias por razones de salud mental y renuncias). También visibilizaron la negación institucional respecto de hechos de violencia que sucedían en el trabajo de todos los días en el Patronato.

“Fue una compañera con un rol importante en la organización del Patronato en ATE, fue delegada en ATE Morón y estaba construyendo organización en Miramar. Impulsora y promotora de la organización de los/as laburantes, de la contención y acompañamiento entre compañeros/as. Comprometida con las luchas en la calle, con la población, con y por el trabajo, siempre contemplando el ejercicio de los derechos humanos”, recuerdan sus compañeros.
El 29 de mayo de 2013 Laura salió a trabajar con su propio auto, sola, como lo hacen habitualmente quienes trabajan en el Patronato. El auto se le quedó, lo dejó y siguió para cumplir con su trabajo. Asistió a un curso y a realizó entrevistas en el domicilio de personas supervisadas por la institución. Fue a buscar su auto y ya no regresó. Al día siguiente fue hallado su cuerpo sin vida, con signos de violación y tortura.

Ante esta situación, sus compañeras y compañeros denunciaron públicamente las condiciones de trabajo, como “condiciones de vida y de muerte” y se movilizaron exigiendo justicia para Laura y su familia y que la gestión del Patronato dé respuesta a las necesidades de la población que atiende y mejore las condiciones de sus trabajadores.

El único imputado por el crimen fue detenido durante las primeras horas luego de hallado el cuerpo, acusado de robar objetos del automóvil y más tarde, imputado también por el delito de violación y homicidio. Sin embrago, desde las organizaciones que se movilizan en torno al caso denunciaron que la investigación “no fue hecha seriamente”, y encuentran características similares a los femicidios de Natalia Melmann en Miramar y Mara Mateu en Santa Teresita, en los que hubo policías involucrados. Estas sospechas motivaron la presentación en el juzgado de garantías en Noviembre de 2013, de petitorios ratificados por muchas organizaciones solicitando el corrimiento de la Policía Bonaerense.

El juicio a Esteban Cuello, el imputado por el crimen, se desarrollará entre el 8 y el 11 de junio con sede en el Tribunal Criminal Nº 3 la primera instancia de juicio. La Comisión provincial por la Memoria acompañará el proceso como veedora.