Al cumplirse seis meses de la desaparición forzada de Carmen Elizabeth “Lichita” Oviedo Villalba se realizó el 2º Encuentro del Ciclo Internacional de Debates ¿Dónde está Lichita?, de manera virtual con transmisión en vivo desde el canal de You Tube y el Facebook de la campaña internacional ¿Dónde está Lichita?. En esta entrega brindamos la intervención de Bárbara Taboada, educadora intercultural mapuche, autora del libro «El silencio mestizo de la América Impuesta y periodista de la Agencia Para la Libertad. Luego, en sucesivos días, seguiremos con las palabras de Bernarda Pesoa, lideresa Qom de Paraguay, dirigente nacional del Mujeres Campesinas e Indígenas; Deisy Choque, diputada del Estado Plurinacional de Bolivia, por el MAS; Michelle Ellner, coordinadora para Latinoamérica de Codepink, Estados Unidos; Estefanía Ciro, investigadora del Centro desde la Amazonia Colombiana Alaoriladelrío y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza Línea Fundadora. Los videos irán acompañado por su respectivos textos. Este 2° Encuentro fue moderado por lxs compañerxs Lila Báez y Fabricio Arnella de la Secretaría de Trabajadores Migrantes y Refugiados/as (UTEP) y el Partido Comunista Paraguayo, respectivamente. (Ver video en https://youtu.be/uRS0GWmr1qs)
INTERVENCIÒN DE BARBARA TABOADA
Muchas gracias a ustedes por el espacio para poder tener palabra en esta América impuesta. En particular, también quiero agradecerle Oscar Castelnovo, yo soy parte de la Agencia Para la Libertad, y es a través de su compromiso y amor por la búsqueda de Lichita que me ha transmitido este cariño por ella, por sus primas y por la familia Villalba. En ese sentido, como mapuche, como parte de una nación que ha sido oprimida, es que el caso me interpela y se me hace carne.
¿Cómo no buscarla, si ella jamás se dio por vencida?
Sobrevivió en el monte comiendo lo que encontraba, se movilizó con la dificultad de los disparos en su cuerpo, paso frío, hambre, tuvo miedo y sin embargo su espíritu la mantuvo en pie. Espíritu guerrero guaraní, que no sabe de derrotas, porque su llegada a este mundo desde el instante cero, asume resistencia.
Su madre relata que desde pequeña Lichita cuidaba de sus primxs y hermanxs con mucha responsabilidad y amor, siempre muy protectora. En ella se manifiestan valores de los más sutiles. Dice que desde muy pequeña supo comprender que ante la injusto la diferencia la hace uno; cuando a los 5 años no quiso hacer oídos sordos ante un nene de su edad, que pedía una moneda en el colectivo porque tenía hambre.
Aquellxs valores que los antiguos sembraron en lo profundo del territorio ancestral, en ella brotan y los comparte en su andar. Su hermana la necesita, su abuela la sueña.
Cuando ella nació, esta realidad injusta ya estaba impuesta, pero jamás la quebró y su vida toda es una demostración de esto.
¿Cómo no buscarla, si de lo contrario la dejamos sola con asesinxs?
Sus primas Lilian y María Villalba fueron capturadas meses antes de su desaparición. Fueron ultrajadas y fusiladas sin piedad. Aún no hay justicia.
El ejercito asesino paraguayo tomó sus cuerpos, las desvistió y le colocaron ropas de guerrilla. Sabían que eran niñas, porque venían preparando el operativo con varios meses de anticipación. No les importó, siguieron adelante. Quemaron sus verdaderas prendas y las enterraron rápidamente para no dejar pruebas.
Este acto inhumano fue celebrado por el presidente Abdo, quien se paseo entre los cuerpos de las niñas para sacarse fotos cual trofeos, que enorgullecerían al dictador paraguayo Stroessner. El actual presidente declaró en twitter: “Hemos tenido un operativo exitoso contra el EPP. Luego de un enfrentamiento, dos integrantes de este grupo armado han sido abatidos”.
Los abatidos no eran terroristas, ni integrantes del EPP, eran dos niñas argentinas de 11 años que habían viajado al Paraguay para visitar a su familia; pero la familia Villalba es perseguida y torturada por luchar contra el estado racista en defensa de su tierra.
¿Cómo no defender a estas niñas, si evidencian la historia de todo el continente?
El 12 de octubre de 1492 se dio inicio a la primera guerra mundial, la cual nunca cesó. Es el inicio de la depredación legitimada, de las violaciones en masa, de la usurpación territorial, de la crueldad gestada en el racismo que hasta el día de hoy nos segmenta y crea las leyes solo en defensa del tirano, del traidor, de las castas terratenientes que se creen dueños de las tierras, de los cuerpos, de las vidas, de nuestras niñas.
Siendo modelo de progreso el “europeo invasor”, aquí se construyeron “ciudadanos americanos-argentinos-chilenos-paraguayos, etc.” ESTADOS a imagen y semejanza de los valores que exportó la colonia; es decir del individualismo, de la competencia: de los primeros asesinos, violadores y saqueadores que llegaron a estas tierras para tomar posesión violenta de todo lo que aquí encontraron, imponiendo luego una estricta distribución racial del trabajo; despojando a los verdaderos dueños y empobreciéndolos hasta quitar a golpes la mínima gota digna de humanidad.
Están acostumbrados desde 1492 hasta ahora, a desmembrar familias, a poseer y repartir “indios”, campesinxs y mujeres como recursos a explotar. Esto es lo que el estado Paraguayo normaliza, lo que su ejército ejecuta y lo que el dolor ancestral revive en estos actos.
¿Cómo no defender a estas niñas?
Si durante 528 años, se nos ha impuesto a fuerza de muerte, una América perversa sobre nuestros macro-mundos-cuerpos territoriales, despojándonos de nuestras identidades nativas verdaderas. ¿Acaso estas niñas no fueron primero cautivas de su identidad, de su lazo comunal, de su familia?
Se nos ha adoctrinado bajo una cultura hegemónica depredadora, que nos conduce a la desterritorialización de la vida, a la conversión correctiva modeladora: nos quieren serviles, amnésicxs, suicidxs o perversxs asesinxs, que son los verdaderos frutos ansiados de este sistema alienante; el cual busca reproducir las fieles copias de los padres coloniales y protopatriotas, que venden a su madre, violan a sus hermanas y contaminan el alimento de sus hijxs por ser creyentes y serviles a un único Dios Padre: El Dinero.
Durante milenios culturas de nuestro continente han gestado sabiduría, historia, tecnologías, crecimiento, espiritualidad y derechos forjados a partir de estar en convivencia y reciprocidad con los ciclos del universo que nos contiene. Y acaso, ¿no es por eso que nos matan y nos encierran? Nos quitan la tierra para desconectarnos de nuestra raíz, para convertirnos SOLO en trabajadores, esclavos, recursos humanos de explotación. Sin memoria ni identidad; pero somos mucho más que eso.
Es necesario encontrar a Lichita, porque tiene derecho a saber el por qué la desaparecen.
Hay que entender la raíz! La realidad de por qué nuestra esencianatural nos convierte en una amenaza ante la ficción establecida, que con agenda extranjera condiciona y adormece el tiempo de los tiempos.
Lxs pibes de barrios son perseguidxs por “posesión de cara”, desaparecidxs porque en su color de piel y rasgos se evidencia la herencia ancestral de naciones pre-existentes, aunque los propios jóvenes aún no vean esto. Ese es el objetivo del “gatillo fácil”, el genocidio continuo que plantea el Estado sobre cuerpos racializados que no se ven así mismos como tales. ¡Cuánta fuerza daría a nuestra gente saberse que es parte de naciones milenarias con valores humanos, que es parte integral del Cosmos, de la naturaleza.. y no solo un trabajador en ella!
Nuestras niñas y niños son capturados como materia prima. ¿se preguntan acaso por qué desaparecen y nadie los busca? Los cazan para la explotación sexual y esto está naturalizado, y esto esta silenciado, porque siempre fue así; porque en Paraguay como también sucede en Argentina, las propias castas políticas están involucradas en los negocios mas viles de pederastia. Acaso se preguntan ¡¿Por qué en las comunidades prácticamente nadie denuncia?!. ¿Cómo denunciar?! Si nos hacen ver que la vida no vale nada ¿Ante quién denunciar?! En estos momentos las comunidades del cerro Guazú están militarizadas y en peligro, y no es de ahora. ¿Se seguirá callando?.
Por eso buscar a Lichita es encontrarla a ella e iluminar la realidad putrefacta que se ha impuesto en tierras sagradas.
No puede normalizarse que la infancia de cada niñx originarix (lo sepa o no) sea acosada por las fuerzas represivas en cada territorio vivo de este continente. Esta es la realidad americana. El estado Paraguayo es infanticida, terrorista, y criminal; así mismo el Chileno, el Argentino, el Colombiano, el Mexicano.. todos! Porque desde su génesis siguen el lineamiento colonial.
En el año 1500, Cristobal Colón escribía en su diario de viaje: «Cien castillos son tan fáciles de conseguir para una mujer como para una granja, y esto es muy general y hay muchos traficantes que buscan niñas; las de nueve a diez años están ahora en demanda.»El “Gran descubridor” fue el primer traficante de esclavos de “las Américas”.
A medida de que hombres, mujeres y niñxs del centro del continente morían a causa del extremo trabajo forzado y los divertimentos psicópatas, esos cuerpos vivos fueron reemplazados por otros cuerpos que cazaban en el continente africano para exportar. ¿Acaso no es el mismo trato que se le busca dar a los campesinos en Paraguay?
El objetivo de despojarnos no solo del territorio, sino de la propia condición humana, se perpetúa. Esto quizás no sea fácil de comprender para la clase media americana, pero para lxs hermanxs mapuche, wichi, qom, guaraní, etc es la realidad diaria.
América fue impuesta y creada para el saqueo. Destruyeron la naturaleza y ahora los mismo destructores nos hacen creer que la naturaleza es la asesina.
¿Acaso la madre que nos da vida es quien busca matarnos? ¿A caso la Laura, la tía de Lichita, quien volvió para buscarla merece estar presa, siendo culpada de terrorista y responsable del fusilamiento de sus sobrinas??
Mariana de Jesús Villalba de 76 años, abuela de Lichita durante la movilización a la embajada de Paraguay expresó: “no es que la naturaleza sea mala, sino que las grandes potencias la están destruyendo; y si nosotros no nos ayudamos van decir que somos deshecho y eso no lo podemos permitir”
Y es que en eso buscan convertirnos desde hace siglos: en recursos de uso y abuso o deshecho.
No podemos permitirlo! Yo veo en Lichita a una lamngen(hermana) que sobrevive por el amor que la sostiene. Que tiene sueños y expectativas y un futuro que nadie debe arrebatarle. Ella quería volver a abrazar a su madre, la extrañaba, quería hacerle saber que la amaba, lo escribió en el cuadernito que se encontró tirado en el monte cuando escapaba.
Lichita quiere ser doctora, y no me extraña… quizás sabe que este mundo impuesto nació enfermo, y en ella habita aún la semilla de la cura.
Wiñoleymi Lichita Mongelew mew fewla! Aparición con vida ya!
Justicia para Lilian y Maria Villalba!
Justicia para la familia Villalba!
Libertad a todos los presos políticos!