(APL) Soy Andrea García, esposa de Jorge Daniel Solís, de 47 años, que murió este domingo, me lo arrebataron de una manera atroz, estaba detenido en la Unida Penal N° 15 de Batán. Estoy con todo el dolor del alma, destrozada, sin ganas de vivir; él era papá, abuelo, esposo, con el sueño de reencontrarse con todos después de 11 años preso y al cual le quedaba seis meses para su libertad, esperando la asistidas que debía comenzar estos días. Nadie me escuchó en la Unidad, penitenciarios, médicos. Me cansé de decirles que lo dejaran internado, mi marido tenía HIV y no le daban su medicación, no lo dejaban salir a buscarla, ni se la llevaban. Empezó a deteriorarse y con pedidos de derechos humanos (habeas corpus) y también míos a su defensora, llamando a jefatura. No me lo internaron, lo sacaban al hospital y lo volvían a traer al penal. El DR BIDONDO, cuando le llego por oficio para sacarlo a sanidad estaba enojado con la defensora porque en ese pedido estaba escrito lo de la medicación que no le daban, este hombre lo palmeó a mi marido y le dijo «no tenés nada».
Mientras estaba en sanidad mi esposo el médico se dirigió al pabellón 12, a los de limpieza, para preguntarles si tomaba la medicación y les dijo que estaba haciendo una farsa para que le den un beneficio, lo cual es una mentira porque no le daban el arresto domiciliario que le correspondía, ni la libertad asistida.
Cuando mi esposo vuelve a la celda lo amenazaron que se dejara de joder que más vale que comiera y se levante porque lo iban a echar. A esto mi marido ya no podía comer no toleraba alimentos porque los vomitaba, no podía hablar bien, sudoración constante, lesiones en la piel, dolores insoportables de cabeza, hasta que ya no pudo caminar más, debilidad muscular, las veces que lo sacaron fue en silla de ruedas y yo entre todos estas cosas apelando a su defensora, escribiéndole al doctor Córdoba que atendía también en el penal los días viernes y sábado, rogaba que lo atendiera y me dijo que lo iba a llamar lo cual jamás lo hizo.
Así fueron pasando los días, las semanas hasta supliqué y nada pasó, pedía que lo dejaran internado y las veces que lo sacaron al hospital los penitenciarios (no todos) lo basurearon como quisieron y amenazaron «a vos que estás haciéndote el vivo hay que sacarte a pasear al campo», era una de las amenazas.
A todos les dijeron que mi marido hacia una farsa, miren que farsa me lo dan muerto, el día domingo cuando llamé a Sanidad en la mañana para preguntar cómo estaba, me dijeron esta estable que estaba bien. Corté y llamé a uno de los chicos que estaba con él ahí y me dijo «señora, haga algo, ya no da más». Me lo ponen al teléfono y estaba haciendo fuerzas para respirar por lo cual los tuve que amenazar para que lo sacaran urgente. Los llamó derechos humanos, abogado penal y sus hijos a jefatura donde les dijeron que era toda una farsa que estaba estable.
Logramos que lo sacaran, esperó 45 minutos la ambulancia, fue demasiado tarde porque llegó mal y lo atendió el hospital pero falleció. Todo hicimos para que lo dejaran internado y no lo hicieron porque los penitenciarios no querían quedarse en el hospital, lo basurearon, sufrió hasta lo último gracias a todas estas basuras jamás me dieron bola.
Me dejaron sin vida, a mis hijos con la ansiedad de volver a verlo y conocer sus nietos, nos dejaron rotos, los presos son humanos no animales, me lo dejaron tirado diciendo esta estable y tantas cosas mas podría decirles de todo lo que pasamos en ese maldito penal donde hay abusos de autoridad, donde la vida ahí no les importa, mi marido estudió, trabajó, se capacitó y tuvo excelente comportamiento, pero no fue suficiente para que el juez diera su aprobación y considerara que mi marido estaba pasado de todo, nos dejó con un dolor en toda la familia por negligencia total, se dedicaron a sacar a abusadores, violadores, pedófilos y no a los que usaron todos los medios para ser reinsertados a la sociedad, ¿que mas decirles? Me arrebataron al amor de mi vida con el que teníamos muchos planes, sueños familiares, sigo esperando que me llame y me diga BUENOS DIAS, AMOR; o que me diga sos mi ángel, el amor de mi vida, sin vos no tengo vida
Ahora, ¿me pueden decir como sigo sin él? ¿Me pueden decir como hago con este dolor?, ¿Me dicen como hago para seguir respirando? ¿Cómo voy hacer sabiendo que ya no está y no me va abrazar nunca más?