Condenaron a ocho años de prisión a dos penitenciarios por torturar a un detenido en la Alcaidía de Tribunales

A lo largo del debate y con los elementos de prueba incorporados, se corroboró que el delito se produjo alrededor de la 1:30 de la madrugada del 6 de agosto de 2010, cuando la víctima se encontraba en el hall principal de la Alcaidía (Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal) de la calle Lavalle 1337, durante el traslado desde el Cuerpo Médico Forense a una celda.

Fue de gran relevancia el testimonio de la víctima y a la vez querellante. “Procedieron a desvestirme y arrojarme al suelo, para luego aplicarme golpes en distintas partes del cuerpo, mientras Rolón me introducía un palo de goma en el ano”, contó durante su exposición en la primera audiencia. El joven ahora de 28 años de edad narró que había sido trasladado desde la cárcel de Marcos Paz; una vez en la Alcaidía, se cruzó con policías uniformados que lo identificaron con otra causa y lo acusaron de “mandar en cana” a un colega suyo. Contó también que fue alojado solo en un pabellón destinado a los detenidos provenientes de la cárcel de Ezeiza, y que por reclamar a gritos su reintegro al lugar que le correspondía “se re cebaron” e ingresó una requisa compuesta por siete agentes que le “pegaron por pegar”. Entonces, fue obligado a desnudarse, lo esposaron contra el piso y lo golpearon. Aguilar le habría dado una la violenta patada que le provocó una lesión en el malar, mientras le gritaban: “¿Vos te creés más poronga que nosotros?”.

“No grito más, ya fue”, dijo que repetía a sus victimarios. El joven relató que lo increpaban y cuando levantó la cabeza vio cómo se reían, al tiempo que le pisaban la espalda. “No pensé que iban a llegar eso”, indicó entre lágrimas. Tras ese momento, lo dejaron en la celda, todavía esposado y desnudo. Más tarde le arrojaron la ropa.

En la elevación a juicio, el hecho estaba calificado como apremios ilegales, delito por el que el Código Penal prevé una sanción de uno a cinco años de prisión o reclusión. Sin embargo, durante su alegato Castro y Córdoba formularon la acusación por torturas, figura a la que finalmente se acogieron los magistrados.
Fuente: fiscales.gob.ar