(Por Barbara Taboada y Martín Muollo/APL)En nuestras prácticas ceremoniales antiguas aun vigentes, en nuestras luchas actuales, en el amor por defender la vida en el territorio y a los verdaderos weychafe que lo preservan y habitan; en nuestro derecho de ser libres de andar siendo, sin olvidar de dónde venimos, es que nos encontramos, fortalecemos y nos reconocemos.No es una pauta ideológica, no es moda, no es movimiento new age… nos unimos porque el corazón y el espíritu de nuestrxs ancestrxs reclaman justicia, y en sus sueños fuimos somos y seremos libres… Estemos donde estemos, nunca podrán quitarnos de nosotrxs mismxs; eso nos diferencia tajantemente del winka (invasor): Somos territorio, el grito de la tierra resuena en nuestro entramado biológico, y en cada una de nuestras voces. Aqui, allá, desde lejos o incluso en el encierro, a falta de naturaleza, la libertad no se pierde si el otro es el paisaje.Reconociendo la lucha de cada unx, agradezco cada encuentro.Fentxen Mañum! Wewaiñ! Marichiweu!Kach ka ni rak mi!! Jallalla!!Wopila!!
Denunciando la «America Impuesta»: España/Italia 2019
