Sabes una cosa hijito mío, desde que no estás, me convertí en una gran dibujante! Todos los días me dibujo mi mejor sonrisa. Cuesta, porque me tiembla el pulso, se me nubla la vista y los labios se aprietan. A veces se me corre toda la obra de arte, por unas lagrimas escurridizas que se escapan sin querer. Y tengo que volver a empezar, pero creo que cada día me voy perfeccionando más. Aprendí desde el dolor, desde la gran tristeza, a regalar una sonrisa, es lo único y más valioso que tengo para dar. Porque como te decía lleva todo un trabajo artesanal, de motricidad fina, que cuando estás tan incompleta, vacía, donde te falta una pieza tan importante, es difícil llevarlo a cabo. Pero me conoces bien y sabes que soy muy terca y caprichosa así que sigo día a día. Tropezando, cayendo, me levanto, me sacudo el polvo y sigo siempre por vos mi niño!
Cada día al despertar, miro tú foto la que tengo frente a mí cama, la que cuelgo en mi pecho y me acompaña en cada marcha. Es lo primero que ven mis ojos todas las mañanas, siento como me miras, sé que no me dejaste, estas en casa se siente mucho tú presencia, y nos traspasa el alma tú ausencia. Sé que vives dentro nuestro, de tus hermanas y mío. Lo supe el día que no sentí más miedo y no tengo odio, a pesar de todo lo que vengo pasando y soportando desde tú partida. Me inundaste de tú generosidad, de tú bondad y de tú amor inmenso y genuino. Que grande y único que sos Nacho!!!
Otra cosa que aprendí es a caminar lento, ya no tengo prisa, ya no tengo sueños que correr ni perseguir. Solo me dejo llevar, pero no me dejo atrapar por el egoísmo y la miseria humana. Aunque caigo siempre en la pregunta obvia, de ¿por qué los mataron?, ¿por qué no tuvieron otra oportunidad? y la verdad que no sé si decir consciente o inconsciente, me respondo ¿por qué no? si eran dos adolescentes de 18 añitos, dos jóvenes de barrio humilde, de clase trabajadora, rebeldes, con proyectos y sueños. El motín preciado por este sistema perverso que busca deshacerse de esa clase de pibes, libres con palabra, de pie, con convicciones y muchas ganas de vivir. Duele decir que la lista en nuestro país es tan larga e infinita, de los asesinatos a sangre fría en manos del estado, que por acción u omisión son responsables, de semejante atrocidad. Ojala entre todos como ciudadanos podamos encontrar la solución a este horror que estamos viviendo. Sé que tenemos que unirnos, la lucha es colectiva por todos nuestros hijos (por los que ya no están y por los que quedan) y por todos los silenciados. Que hoy están más presentes que nunca!!!
Ni olvido, Ni perdón, eternamente Nazareno!!!