“Son momentos muy difíciles, hace 6 años que venimos pidiendo justicia, y hoy es como que tengo una gran angustia, quizás muchos me juzguen mal, quizás muchos no me entiendan, no es fácil para mí, no es fácil para mi hija, mis tres hijos, y mucho menos para Familiares y Amigos, queremos justicia, eso es lo que pedimos y eso implica obviamente que pedimos una condena, que esté en una cárcel, pero no me regocijo con eso, no pidan en mi ver una alegría, no pidan en mi ver felicidad porque no es algo feliz tener que condenar, no tendría que haber una condena por eso porque no tendría que haber tortura, no estoy feliz, no me siento bien con esto, quiero que me entiendan, que me comprendan, no es una situación que si a él lo llegan a condenar, que es lo que espero, no me va a hacer bien pero es lo que tiene que ser”, expresó Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga, en el marco del programa Desde Afuera, que realizan los Familiares y Amigos de Luciano a través de Radio Zona Libre y Radio La Retaguardia.
“La tortura no es solamente la picana –continuó Mónica–, a Luciano lo tuvieron ahí y creo que en ese destacamento, en ese momento, trabajaban 8 o 12 policías. Escupieron en un sándwich y a fuerza de golpes se lo han hecho comer, si eso no es una tortura psicológica y física no sé… lo dejo para que los jueces mismos lo pongan en su conciencia, quiero justicia por mi hijo que ya no lo tengo, quiero que ese señor recapacite, quiero que piense en lo que hizo y que no vuelva a pasar, no quiero que salga porque no quiero que le vuelva a pasar a otro chico lo que le pasó a mi hijo, y no quiero que otra madre tenga que ir a buscar a su hijo y que su hijo le suplique a su hermana o a su madre: ‘sacame de acá porque me están matando’, no quiero que otra madre vea el odio y el dolor que tenía Luciano ese día, un chico de 16 años no lo tiene por qué tener, y ese odio y ese dolor solamente lo pueden traer los golpes, la agresión, la impotencia por no poder hacer nada de todo lo que lo humillaron. No voy a salir a gritar que estoy feliz porque puede ir a la cárcel, no… son sentimientos encontrados, muchos años esperando esto, pero no estoy bien, simplemente desde mi humilde lugar de madre quiero justicia por mi hijo y por esos pibes que no quiero que vuelvan a pasar por esto”.
La noche del 22 de septiembre de 2008
“Luciano fue detenido de forma ilegal en el destacamento de Lomas del Mirador. Él estaba en la calle con sus amigos y fue detenido. Venía de festejar el Día de la Primavera. Decimos de forma ilegal por varias cuestiones, no hay una sola. La forma de registrar a los detenidos era poner el horario de salida, pero no el de entrada, lo cual entra dentro de una ilegalidad manifiesta porque estuvo durante diez horas sin la intervención de un juez de menores, porque estuvo en una cocina que cumplía el carácter de celda, y porque fue torturado en esa detención. Torales está acusado porque fue una de las personas que ese día lo torturó”, explicó Rosaura Barletta, integrante de Familiares y Amigos, en una entrevista realizada en el programa Otras Voces Otras Propuestas, que conduce habitualmente Luis Angió junto a Ernestina Arias por Radio La Retaguardia.
Barletta agregó que apenas fue liberado Luciano, luego de varias horas en las que Mónica y Vanesa Orieta (hermana de Luciano) estuvieron en el destacamento esperando que la policía lo dejara ir, él señaló a cada uno de los policías que lo habían maltratado: “además Torales, después de la desaparición de Luciano, fue uno de los tantos policías que cumplía el rol de atender a la familia cuando iban a denunciar su desaparición y que tenían que dar respuesta”.
TORTURAS, con todas las letras
Para los Familiares y Amigos no es un dato menor que la carátula de esta causa sea torturas: “en general se habla de apremios o vejaciones o severidades, porque escupen un sándwich y lo obligan a comérselo eso es tortura. Para nosotros no es un apremio. La carátula no es ‘torturas’ porque fue torturado, sino porque nosotros con nuestros abogados metimos la presión para que así fuera. De hecho, los que vienen acompañando más de cerca la causa deben acordarse que hasta hace poco tiempo era ‘severidades y vejaciones’, y nosotros sosteníamos abiertamente que se trataba de torturas”, señaló Barletta .
Para los Familiares, hablar de vejaciones o apremios no deja de ser una adjetivación positiva sobre la violencia que ejerce el personal policial. Consideran que de esta manera se intenta hacer ver que se trató de un exceso, es decir, que al policía que estaba ejerciendo su función se le fue un poco la mano. Si se habla de exceso se deja de lado la sistematicidad del accionar policial.
Las causas
En el marco del programa Desde Afuera, Matías Bregante de Familiares y Amigos, reflexionó: “algunos pensamos qué mal está la justicia, qué mal organizada, ya que habiendo una causa federal en la que se investiga la desaparición forzada y posterior muerte de Luciano a manos de la policía bonaerense, donde seguramente este hecho particular de setiembre de 2008 va a ser parte de esa gran causa, qué necesidad hay de que la familia tenga que transitar doblemente este camino. En algún momento se va a llegar a juicio con esa otra causa, lo que se va a juzgar a partir del lunes va a ser investigado y puesto sobre la mesa porque es parte de todo lo que están armando los abogados en base a la denuncia de la familia y las pruebas; es decir, es parte del armado de todo este mapa de la tortura psicológica que hubo contra Luciano durante los dos años previos a su desaparición y muerte. Uno celebra la llegada del juicio pero es una gota en un vaso de agua que todavía tenemos que llenar. De todos modos, sabemos que este juicio nos puede ayudar a desatar el nudo para saber todo lo que pasó Luciano”.
Al respecto, Mónica Alegre afirmó: “más allá de las dos causas, esto fue un penoso y duro camino que Luciano tuvo que empezar a caminar y empezó un mes o dos antes cuando a él le dicen de robar. Al negarse, empezó ese camino de hostigamiento, de cercarlo, reducirle sus espacios, amenazarlo, llevarlo detenido, golpearlo, para que ellos puedan decir ‘nosotros tenemos el poder’, amenazarlo abiertamente delante de la familia, adelante mío, de mi madre, amenazas que después se hicieron realidad porque Luciano meses después desaparece, el 31 de enero, y estamos hablando del 22 de septiembre y en el medio hubo muchísimas amenazas”.
Mónica además recordó una conversación que tuvo con su hijo: “un día que estaba sentada con Luciano y él me dice… un chico de 16 años… que si alguien dice cómo es la conversación de un chico de 16 años piensa en que va a decir ‘cuando sea grande voy a hacer esto’, pero él me dijo ‘vieja, cuando yo me vaya, porque me voy a ir antes que vos, a mí llevame con mi camiseta de River y envolveme con mi bandera’, 16 años, y él ya no tenía futuro, él ya sabía su futuro. Esto también quiero que vean los jueces, y que pongan en la balanza porque eso también es tortura psicológica, reducir los espacios, achicar los reductos de un chico que salía con su carro, que le gustaba salir, ir a tomar una cerveza a Liniers, San Justo, ir a jugar un pool, de pronto reducirle los espacios a media cuadra de su casa o salir al barrio y que aún así lo detuvieran. Eso también hay que ponerlo en la balanza porque eso también es tortura, porque si bien los golpes no están, son psicológicos y de esos no volvemos más”.
El primer juicio
En cuanto a las expectativas ante el comienzo de este proceso, Barletta afirmó: “son muy altas porque creemos que en este tiempo previo al juicio logramos alcanzarlas, independientemente de lo que pase de ahora en adelante. Sentimos que tenemos un piso que garantiza que lo que pase no puede ser un fracaso. En ese sentido, estamos bastante esperanzados, nos gusta que sea oral y público, que lo pueda presenciar todo aquel que quiera y que todas las organizaciones que nos acompañan estén ese día, adentro y afuera, para garantizar el empujón, la presión o el marco político para que sea un juicio y una condena ejemplar. Sobre todo para sentar un precedente tanto político, hacia afuera, como en particular y personal para nosotros, en la causa de Luciano”.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 3 de La Matanza, sin embargo las audiencias se realizarán en la sede de la Unión Industrial de ese partido, ubicada en San Justo: “la sala que nos habían ofrecido era muy chiquita, conseguimos que la sede sea otra. No es un espacio judicial, pero varias veces fue prestado para juicios. Tiene alrededor de 100 cupos. Para todos aquellos que se quieran acercar, vamos a convocar a las 9, y tienen que llevar DNI. Es probable que el primer día se llene, pero en los siguientes ya podrán ingresar todos los que quieran. Además, para quienes estén interesados en presenciar el juicio, Mónica y Vanesa van a ser las primeras en declarar. Así que tanto el lunes 4 como el martes 5 es muy probable que ellas ya estén declarando, digo esto para aquellos que tengan interés en lo más potente del juicio, para que se acerquen. Mónica, además, es particular damnificada”, detalló Barletta a Otras Voces Otras Propuestas.
Hacia el final del programa Desde Afuera de Familiares y Amigos, Moni, la mamá de Luciano, realizó una invitación especial: “desde mi humilde lugar de mamá los invito a los que quieren un poquito de justicia que nos acompañen a Familiares y Amigos el lunes para que se haga justicia por Luciano y todos los pibes”.
La cita entonces en este lunes 4 de mayo, a las 9, en la sede de Unión Industrial del partido de La Matanza, ubicada en Juan Florio 2765, San Justo.