(Por Julia Callejón/APL) Trabajadoras rurales de Ledesma, en Jujuy, que denuncian que la UATRE Nacional (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) y la empresa Ledesma, propiedad de la familia Blaquier, pretende impedirles el derecho a votar a sus representantes sindicales, libre y democráticamente. Han proscripto su lista Celeste y a otras 70 listas a nivel nacional.
La excusa por la cual fueron impugnadas dos trabajadoras candidatas de no tener 2 años de afiliación continua, refuerza actos de discriminación por genero previos, puesto que se trata de obreras a las que la empresa siempre les impuso -a diferencia de sus compañeros varones- la modalidad de contratos temporarios, sin derecho a tener ingresos todo el año. Ahora basándose en esta desventaja también les quieren quitar el derecho a elegir y ser elegidas.
El trabajo rural que realizan las mujeres es duro y sacarificado y, al ser temporario, las somete a no tener ingresos ni obra social durante 6 meses al año. Con sus manos, más de un millón de compañeras y compañeros cultivan, cosecha y empacan en todo el país. Ledesma, por su parte, factura 13.000 millones de pesos al año a costa de su trabajo. Tiene 140 mil hectáreas y una mansión en la propia fábrica.
La empresa, de oscura trayectoria durante la dictadura cívico militar, es parte de este ataque. Despidieron a 4 obreras temporarias, del sector de empaque, antes del cierre de listas para generar temor. El sindicato, por su parte, destituyó sin causa a la presidenta de la Junta Electoral que votaron las obreras, junto a sus compañeros, en el marco de una asamblea.
Para impedir esta avanzada sobre su lucha por trabajo con derechos, y por contar con representación sindical, llamamos a el movimiento de mujeres y LGTTBI a rodearlas y rodearlos de toda la solidaridad