Luchamos para encerrar a los militares genocidas y, después del juicio a las Juntas, en los años 86 y 87 los genocidas consiguieron que el Congreso Nacional aprobara las infames leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
Como quedaban algunos pocos genocidas presos el gobierno de Menem les otorgó el indulto.
Entonces durante 16 años luchamos para tirar abajo las leyes de impunidad.
En el año 2003, veinte años después de la finalización de la dictadura, conseguimos finalmente que se anularan las infames leyes y tuvimos que esperar hasta el 2006 para que se realizara el primer juicio, que fue contra Etchecolatz.
Hoy hace ya 41 años del golpe genocida, una ínfima parte de los militares y civiles implicados en el genocidio, en el que funcionaron más de 600 campos de concentración, han sido juzgados.
Y entonces ahora, después de 41 años, la señora Elisa Carrió (¿descarrió? ) quiere mandar a los genocidas a sus casas y quiere “revisar”(¿ella?) las condenas, porque a la señora Carrio le parece que si un señor violó, torturó y robó niños lo mejor que una sociedad democrática y justa puede hacer es dejar todos sus crímenes impunes y que siga disfrutando las navidades con su familia como si nada hubiera pasado.
Es obvio que las declaraciones de Carrió son el mensaje del Gobierno Nacional al Poder Judicial.
La AEDD junto con los millones de personas que luchamos para exigir justicia por los crimenes cometidos durante la dictadura genocida tenemos un mensaje también para el gobierno, para los jueces y para los genocidas: No vamos a descansar ni por un minuto hasta que vayan a la cárcel.
Como grita nuestro pueblo: “Como a los nazis les va a pasar, adónde vayan los iremos a buscar”.
Asociación de ex Detenidos-Desaparecidos