La violencia policial contra la población negra es terrorismo, no brutalidad

Fue el 4 de diciembre de 1969 – hace 45 años, cuando policías entraron sigilosamente al edificio de departamentos de la Calle Monroe donde vivían jóvenes del Partido de las Panteras Negras, incluido el Vice-Presidente Fred Hampton, de Chicago. Allí, policías, armados con ametralladoras, dispararon contra el Capitán Mark Clark, de Peoria, Illinois, y contra el Vice-Presidente Fred Hampton, mientras dormía en su cama junto a su esposa que estaba esperando un bebé. Ambos, Mark y Fred fueron asesinados; por lo menos otros 7 Panteras Negras fueron heridos por el fuego de los disparos de la policía – todos mientras dormían en sus camas.

Ningún policía fue jamás acusado por estos crímenes o de estos intentos de asesinato y de asaltos graves contra miembros del Partido de las Panteras Negras de Illinois.

La próxima primavera marcará el 30th aniversario del bombardeo de MOVE – donde policías tiraron bombas de un helicóptero; y mataron 11 hombres, mujeres y niños – todos miembros y familiares del grupo de Naturalistas Negros, MOVE.
Once seres humanos quemados vivos y/o matados a tiros – y 2 manzanas de la ciudad de Filadelfia hechas ladrillos rojo brillantes y cenizas candentes. Y, otra vez, ningún policía fue jamás acusado de nada. Solo Ramona África, única sobreviviente del ataque contra MOVE, sería metida a la cárcel por 7 años — acusada de ¡motín!

El movimiento para protestar el terrorismo de la policía es algo remarcable, pero en verdad no comenzó ayer.

El terrorismo de la policía lleva ya varias décadas, y no es sobre “manzanas podridas” o “ventanas rotas”. Es sobre el bloqueo de los movimientos populares que demandan libertad; y la protección del presente sistema de represión.