“Lxs chicxs no teníamos títulos de propiedad pero éramos los verdaderos dueños de la calle”

(APL) El escritor Ricardo Monclús presentará “Entrecuentos”, libro que reúne valiosos textos de su infancia en Adrogué. Desde las travesuras de ninxs hasta los engaños a los mayores para descubrir el mundo en una libertad no sin riesgos. “Lxs chicxs no teníamos títulos de propiedad pero éramos los verdaderos dueños de la calle”, afirma el narrador. Adrogué era muy distinto del actual en los años 40/50, cuando la noche palpitaba con corsos multicolores y la magia del Hotel “Las delicias” no había sido derribada por la modernidad. Lxs pibes no poseían internet ni celular, cazaban ranas, eran indios y “cowboys”, jugaban a las escondidas y a la rayuela, llevaban gomeras en los bolsillos y las peleas eran mano a mano, sin crueldad, en medio de una ronda en griterío. Los “amoríos” de la niñez estaban prohidísimos pero, se sabe, siempre existen refugios acogedores. Más abajo, brindamos completo el prólogo del autor.

Es este mi primer libro, algo que nunca me había propuesto, ya que escribir era tan solo un entretenimiento. Como es probable que también le haya pasado a otros, un día me animé a mostrar lo escrito, algo que por pudor no hacía, pese a que en mi fuero íntimo latían las ganas de ser leído. Pues así fue. Tuve la grata sorpresa de escuchar reiteradas veces la sugerencia de que publicara tanto los recuerdos que me dejó la infancia como los cuentos que también me atreví a narrar.

Por lo tanto, esta edición está compuesta y atravesada por ambos géneros y algún que otro relato de alguna circunstancia vivida al pasar. Al no encontrar una palabra que definiera y contuviera todos mis escritos, me vi obligado a saltar por sobre la Real Academia Española y creé el vocablo entrecuentos, neologismo que me conformó porque abarca la ficción y mis recuerdos autobiográficos.

Hoy agradezco a todos aquellos que me impulsaron a publicar porque, sin su insistencia, nunca hubiera sucedido. Es probable que muchos hayan leído alguno de mis relatos en el grupo de Facebook Niñez en Adrogué, lugar donde recibí numerosas manifestaciones de adhesión.