(Por Oscar Castelnovo/APL) La Argentina post-dictadura no devino en democracia ni el país ejemplo en Derechos Humanos, sino en una cueva de corrupción donde la principal organización criminal es la Policía y el conjunto de las fuerzas de Seguridad. Ellos regentean el tráfico de droga, la trata de personas para la prostitución, incluidos niñxs, robo de automotor, asaltos a bancos y financieras, entre otros. Por caso, hay 30mil prostíbulos en el país que son «emprendimientos» mixtos, es decir las ganancias van una o varias dependencias estatales y a organizaciones privadas. En cada uno de ellos hay por los menos una adolescente secuestrada para la trata prostibularia. También estos uniformados matan personas. A pesar de lo que se cree internacionalmente, es el reino de la tortura: no existe una sola comisaría sin picanas, utilizadas especialmente con los pibes morochos y pobres, jovenes originarios quienes orinan sangre, luego de las «confesiones» que despliegan su voltaje aplicado en sus testículos. Matan gente para «hacer estadísticas». Se sabe que las comisarías se licitan y las gana el comisario que tenga más casos «resueltos» y ponga más dólares sobre la mesa. Es en este contexto de el joven Marcello Doria, nacido en Venecia, Italia, lleva 19 años en prisión acusado de un crimen que no cometió y que, recién ahora, los otros condenados revelan la verdad : fueron obligados por la policía de Corrientes bajo torturas diversas a inculparlo.
La llamada Justicia está muy desprestigiada en el país, sin embargo, la Suprema Corte de justicia de la Nación tiene en su despacho la oportunidad histórica de promover un nuevo juicio, con nuevas pruebas y testimonios, que permitan revisar la sentencia de Marcello Doria, condenado injustamente por el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Corrientes a prisión perpetua por el homicidio que no cometió, y por el que sufrió vejámenes y torturas al inicio del proceso.
Esta habilitación a un nuevo juicio permitirá probar su inocencia y la de sus dos compañeros, todos presos desde hace 19 años, y determinar con nuevos elementos probatorios quienes son los verdaderos responsables del homicidio del remisero Francisco Alippi en la localidad de Paso de los Libres, Corrientes.
Desde el momento de su detención en octubre de 2005, Marcello Doria sostiene que esta es una “causa armada” por un grupo de efectivos de alto rango de la Policía de Paso de los Libres, -algunos aun en actividad-, que los toman de chivos expiatorios para desviar graves hechos de corrupción y delitos vinculados a la piratería del asfalto, a desarmaderos, y al narcotráfico
Doria es un mecánico de autos que vivió desde muy niño en la Ciudad de Paso de los Libres, Corrientes, y en su reclamo de un juicio justo, tiene el acompañamiento de su familia en Venecia y de la ONG italiana “Prigionieri del Silenzio” que se ocupa concretamente de la protección de los derechos humanos de los italianos detenidos en el extranjero.
Sin nuevo juicio pesa sobre Marcello Doria la posible expulsión del país, tramite migratorio que está en marcha, y que lo dejaría sin posibilidades de revisar su condena con nuevas pruebas y testimonios. Asegura tener los elementos para demostrar tanto su inocencia como las complicidades y el entorpecimiento de la investigación. Toda esta distorsión tendenciosa, descargó las responsabilidades del homicidio de Francisco Alippi sobre tres personas inocentes, y sostuvo (hasta el momento) la impunidad de los verdaderos autores de este crimen.
Habla María Doria, hermana de Marcello, desde Venecia
María (46), hoy empresaria gastronómica en Venecia, echa luz sobre las circunstancias nefastas de este caso. «Mi hermano Marcello nació en Venecia el 13 de abril de 1976, se mudó con la familia a la Argentina en la ciudad de Paso de los libres, provincia de Corrientes, desde muy pequeño. En 1997 abrió su taller mecánico con el apoyo económico de la familia, al poco tiempo inician los allanamientos de la policía local al taller con insinuaciones de que» se podía arreglar para estar tranquilo». Es decir, la Policía lo quiso cooptar para el «negocio», pero él se negó rotundamente. Y entonces vino el castigo. Marcello había formado, una familia tiene dos hijos pequeños, vive en casa de los suegros. El 28 de octubre de 2005 lo arrestan apuntando le armas contra la familia que se encontraba en el auto con él, estuvo detenido por varias horas sin saber el motivo del arresto, descubre a través de una emisora de radio que lo acusan del homicidio del señor Alippi . El 11 de noviembre de 2009 lo sentencia el Tribunal de Paso de los libres con la pena máxima (prisión perpetua): no hay existencias de pruebas ni testigos que lo involucren con el crimen, todas las personas que nombraron a Marcello como testigos contarán con el tiempo el haber sido amenazadas por parte de la policía, que incendian el taller mecánico, (nunca se supo quien lo haya ocasionado)dos veces intentan secuestrar el hijo a la salida del colegio, intimidan los parientes porque piden justicia. Cuatro años más tarde viene condenado a prisión perpetua por la acusación de una persona que no conoce y que hace reconocimiento fotográfico en sede policial. Desde un principio Marcello pide justicia por el señor Alippi, un taxista, conocido al que Marcello tenía mucho aprecio por haber sido amigo de nuestro padre. En el 2010 en la alcaldía los presos protestan por las condiciones carcelarias y maltratos a las que Marcello no participa, donde interviene la policía penitenciaria junto a un grupo especializado (PAR) de la capital correntina , en esta ocasión lo arrojan de un primer piso provocándole varia lesiones. Luego lo trasladan a la ciudad de corrientes capital con la excusa de ser el autor de las protestas, donde viene torturado brutalmente al punto de perder conocimiento, le rompen la mandíbula, los dientes, las costillas, varias fracturas en todo el cuerpo, gracias a la intervención de una ONG italiana, el gobierno italiano manda un vice consul a visitarlo, El Dr Espinosa (abogado en ese momento) presenta un apelo al Superior Tribunal de Justicia de la provincia de corrientes, en febrero del 2011 llega la sentencia que confirma la condena precedente. En el 2021 la Dra Colunga Monica presenta un pedido de revisión de la causa ante la Corte Suprema de la Nación donde están depositadas otras pruebas importantes que les podría probar la inocencia. El 22/12/2023 llega un comunicado de expulsión del país de parte del Ministerio de Interior (Migraciones) a la que Marcello se opone(rechazando la oportunidad de entrar en Italia como hombre libre) grita con todas sus fuerzas su inocencia y ruega que se le dé la oportunidad para que se haga justicia por él y por Alippi y rever el armado de la causa construida en su contra, por otra parte teme por la salud de su madre debida a la avanzada edad la lejanía sería fatal para ella. Espera la resolución de la Corte Suprema con la fe de que se sepa la verdad y se haga justicia y poder viajar a su país natal como hombre libre».
Testimonio de la doctora Mónica Colunga
Mónica Colunga, abogada y defensora de los derechos humanos de larga trayectoria, sostuvo a esta agencia que Marcello Doria es víctima de la corrupción policial. Nada lo pone en el lugar de los hechos. No hay testigos ni elementos o circunstancias que lo relacionen con la muerte de Alippi, la víctima. De hecho, surgió nueva evidencia que desmorona lo que es, a todas luces, un castillo de naipes en un juego perverso articulado por sombras de la justicia. Doria y Alippi eran amigos, integrantes de la Sociedad Italiana de Paso de los Libres. La reparación y venta de vehículos (labor de Doria) y la venta y alquiler de máquinas industriales (negocio de Alippi) eran complementarios. Ello les permitió asistir a empresas de logística en una frontera caliente, activando alarmas de operadores en tinieblas. Doria fue empujado al oscuro pozo siendo inocente. La causa por la que fue condenado a cadena perpetua está en queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación a raíz de la denegatoria de Revisión del Superior Tribunal de Justicia de Corrientes». Como puede verse -sin esfuerzos- hubo un empeñoso intento por inculpar a Doria y malograr su vida.
Voz de Hilda Presman, titular de la Red Corrientes de Derechos Humanos
Hilda, incansable luchadora por la libertad, expresó a la APL que «Conozco a Marcello Doria desde hace mas de 12 años, cuando lo trajeron a los penales de Corrientes. Lo vi maltrecho y torturado en la Unidad penal 6 (de procesados) y luego en la vieja cárcel de condenados de Corrientes. Desde el primer día, siempre reafirmando ser víctima de una causa armada por la policía de Corrientes, sin pruebas ni testigos, proclamando su inocencia y exigiendo justicia para si y para sus compañeros e incluso para la victima del homicidio por el cual está condenado y en proceso de revisión de sentencia. Lo vi siempre acompañado por su familia, a quienes también tuve la suerte de conocer: a su madre, sus hermanos, sus tres hijos.
«Marcello fue un pilar fundacional del Colectivo de artistas y artesanos Jaha Pora ( vamos bien) de la Unidad Penal N°1. Hombre emprendedor, con gran capacidad de gestión, solidario y muy reconocido por sus pares , fue quien nos convenció de iniciar con actividades recreativas para niños, y así salieron las famosas fiestas del Día del Niño, con chocolatada , tortas, peloteros y juguetes, que se hicieron por varios años en la unidad N° 1.- Colaborador en la confección de los premios que en nombre de los privados de la libertad de la up1 se entregan en el Festival de Cine Guácaras de Santa Ana . Se reconvirtió de mecánico en carpintero, tornero, restaurador de piezas de la vieja carpintería de ese penal. Terminó la secundaria intramuros, realizó talleres de formación profesional ( indumentaria textil, artesanías en cueros, panadería) fue generador de reuniones interinstitucionales junto a la Red Ctes de DDHH con distintas áreas de gobierno, por reclamos de emprendimientos productivos, de monotributo y prestaciones sociales para trabajadores privados de su libertad, fue iniciador del reclamo al Ministerio de educación de la provincia para creación de estudios terciarios, egresado en la primera cohorte de Técnicos en infraestructura informática, egresado también de la primera diplimatura en economía popular desarrollada por la Unne en la unidad penal. Hoy alumno avanzado ( extramuros) de la Carrera terciaria de Higiene y seguridad del trabajo. Vocero de reclamos de sus compañeros ante situaciones de represión, armó una trama solidaria entre el adentro y el afuera durante el encierro dentro del encierro (pandemia ). Nada de todo lo generado en estos años por la Red de Derechos Humanos y el Colectivo Jaha Pora hubiera sido posible si no hubiéramos contado con su imprescindible compromiso, apoyo, involucramiento. Y en todo momento, circunstancia y oportunidad siempre nos dijo, ocupo mi tiempo y mi vida en no decaer, hacerme fuerte , ayudar a mis compañeros pero siempre con la meta, de dar esta batalla por el reconocimiento de su inocencia y devolver a sus familiares la dignidad que les fue arrebatada por un sistema de corrupción con pata policial, política y judicial.
Ley, literatura y vida
En la memorable payada del libro más célebre de la literatura argentina, Martín Fierro le pregunta al Moreno «¿Qué es la ley?» y el hombre le responde: «La ley es como la lluvia nunca puede ser pareja/ el que la aguanta se queja/ Pero el asunto es sencillo/ la ley como el cuchillo/No ofende a quien lo maneja».
Es voluntad y deseo de esta agencia que esta vez los hechos no le den la razón al Moreno, que los jueces de la Corte cumplan con su deber como deben hacerlo, así organizaciones italianas y argentinas, luchadores de ambos países lograrán disparar un tiro pal’ lado de la justicia. A la vez, abrazarán a Marcello Doria hasta hacerlo llorar de alegría. Que así sea.