No es solo la Policía argentina. La semana pasada vimos como en Baton Rouge, Luisiana, la policía asesinaba a Alton Sterling a sangre fría y a Philando Castile en la misma semana. Lo que despertó protestas en varios estados de EE.UU. que fueron reprimidas brutalmente por la policía con cientos de detenidos. En Francia la Policía también viene reprimiendo de manera brutal a los trabajadores y estudiantes que pelean contra la reforma laboral que quiere imponer Hollande.
La cosa no queda en el disfraz. Hace un año un docente de la Matanza contaba que una de las estudiantes del curso que estaba por egresar de la escuela quería entrar a la Policía comunal: “Me pagan $ 3500 de beca mientras hago el curso y cuando termine gano casi $ 10.000, si estudio derecho con suerte me dan $ 2000 y mi familia no tiene plata para bancarme la carrera”. Y hace apenas unos meses el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, inauguró el ciclo lectivo del Liceo Policial N° 9001, donde la formación comenzará a los 12 años.
¿De dónde sale esa plata? Entre los proyectos aprobados por el gobierno de Scioli y luego de Vidal hoy llevaron el presupuesto del Ministerio de Seguridad a $ 36 mil millones, un incremento del 53 %, mientras que para el Ministerio de Salud propone un aumento del 43.7 %, y para la Dirección de Cultura y Educación un 42 %.
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que los pibes no nacen ni chorros ni ratis, sino que llegan a eso por las políticas de los gobernantes que los transforman en carne de cañón para sus negocios.
¡Con los pibes no!