(Por Bárbara Taboada /APL) Cada 24 de marzo, en Argentina se moviliza por la “Memoria y Justicia» ante el último golpe cívico militar que dejó dolor, muertes, desaparecidos y un arrebato a la identidad de niños nacidos en cautiverio, criados muchas veces, por los mismos verdugos que fusilaron y torturaron a sus padres. Sentimos el dolor de esas familias que aún buscan a los suyos. Conocemos la historia… eso mismo fue lo que vivió cada niño, cada niña de naciones milenarias, que fueron arrebatados de los brazos de sus madres, y a los que luego, se obligó a respetar una patria que fusila su identidad, borrando todo vestigio de su origen.
El peronismo, el kirchnerismo nació sirviéndose de este dolor, de una memoria selectiva que milita por los derechos humanos, sin asumir responsabilidad histórica y presente. Los muertos y desaparecidos duelen en cada familia, y los corruptos se nutren de ese dolor para buscar votos, poder y dinero.
Argentina tiene memoria selectiva. Argentina nace del genocidio, Argentina se sirve de la sangre derramada para gestar su patria desde 1852. Argentina es una ficción sostenida, unificada por la emocionalidad controlada, por la neuromodulación sistemática que elije qué cuerpos valen, y cuáles no.
Quienes tenemos memoria, y pedimos verdad y justicia, somos concientes de que aquí nunca hubo democracia para todos, hubo cuerpos al servicio. La nación mapuche, como todas aquellas naciones sofocadas por la ocupación argentina sobre nuestros territorios, sabemos que sin genocidio no existiría ningún estado americano actual: el saqueo, la aniquilación y el arrebato de nuestras identidades es lo que forja sus naciones, su adoctrinamiento, su patria y su condición.
El genocidio silencioso…
No hablaremos aquí sobre los desaparecidos con identidad originaria que los militares se llevaron en los 70´ o en la guerra por Malvinas… eso se lo dejamos para quienes quieren ser integrados a la agenda y al eje de la memoria nacional, a los que buscan su “lugarcito” y piden integración. Preferimos dejar en claro que desde 1492 hay un plan de despojo y genocidio de nuestras identidades a nivel continental, en toda la América Impuesta, que éste nunca cesó; que a partir de 1880 los ejércitos argentinos (como chilenos, tras los andes) desgarraron nuestras familias, vendieron nuestros niños y niñas como servidumbres y buscaron aniquilar nuestro origen. Estas mismas prácticas luego se llevaron a cabo en sectores de la población argentina; y ahora estamos ante una nueva etapa de re-organización global totalitaria.
No hablaremos en pasado, gritando un “nunca más”, no dejaremos de exponer que el genocidio es sostenido y actual, y las desapariciones también: Millones de mujeres, niños y niñas nativas para el negocio de la trata, de la venta de órganos, de la droga; millones de muertos y enfermos por las inoculaciones de terapias génicas impuestas desde el 2020, de las que nadie se hace cargo; el agronegocio transgénico, las fumigaciones diarias, la politiquería berreta hambreadora y la geoingeniería aplicada para gestar desastres ambientales que provocarán catástrofes necesarias para la imposición de un nuevo orden económico social, tecnócrata, digital y totalitario sobre nuestros cuerpos y territorios… las pruebas de manipulación climática están, lean las patentes por favor…
El Genocidio visible…
No pediremos justicia al estado, porque siempre busca matarnos, no importa quién gobierne… ellos cumplen ordenes: el plan es despoblar, degradar, enfermar y coexisten multiplicidad de formas para realizarlo…
El genocidio visible, el de botas, fusiles y bigotes claro que es más fácil de ver… se puede identificar al que dispara, como al que lo planifica; pero del silencioso, sólo se ven las consecuencias y muchas veces, pasan inadvertidas. Para nosotros, para quienes estamos conscientes de nuestra historia, la bandera argentina, como chilena, tiene la misma violencia implícita que esas botas y bigotes que imponen sus normas hasta la actualidad. Ninguna muerte vale más, ninguno duele menos… nada vale más que el agua, que un río, que el mar.
Como parte de una nación milenaria que se concibe a ambos lados de la cordillera, llamamos a la reflexión: Hay un plan de exterminio; y con él también hay desaparecidos presentes silenciados por la impunidad del poder.
Genaro y Cristian Calfullanca
Se cumplen 12 años de la desaparición de Genaro y su hijo Cristian, desde el 10 de abril del año 2013. Gente de la tierra, oriundos del pueblo de Cholila , Provincia de Chubut.
Genaro trabajaba como peón rural, estaba al mando de una cuadrilla de trabajadores, en la cual también estaba su hijo Cristian, en la zona del río tigre. En esos días Genaro tenía que declarar ante la justicia como testigo, ya que había trabajado en la colocación de un alambrado entre dos linderos con conflictos territoriales. Declararía para una de las partes.
Fue en semana santa, cuando toda la cuadrilla de trabajadores bajo al pueblo, quedando allí en el campamento, solo Genaro y su hijo Cristian.
Desde ese momento la familia que los busca incansablemente, tuvieron que pedir ayuda a la comunidad, ya que el gobierno municipal en pocos días había dado por terminada la búsqueda.
Junto a los vecinos, vecinas, al Club Andino como conocedores de la zona y grupo de rescate, concejales, se organizaron, juntando los recursos necesarios para iniciar la búsqueda, pero esto no fue posible, ya que, por órdenes ejecutivas y policiales, les dejaron afuera.
Fue evidente para la familia y la comunidad preocupada por la desaparición de Genaro y Cristian, que la búsqueda por parte de las autoridades designadas a tal fin, era totalmente inadecuada. En ese contexto angustiante, continuaron en la búsqueda de la verdad y la justicia de la mano del abogado Edgardo Manosalva hasta el día de hoy.
A pesar de todas las actuaciones legales, no hay respuestas adecuadas desde el poder judicial y ejecutivo provincial ante el reclamo de derecho a la verdad sobre lo sucedido y de la aparición de Genaro y Cristian.
Basta de IMPUNIDAD para los responsables. Continuamos reclamando a los poderes judicial y ejecutivo, dispongan los medios para dar con el paradero de Genaro y Cristian.
Familiares, vecinos y vecinas de la Comarca Andina de Genaro y Cristian Calfullanca decimos, Basta de Impunidad, exigimos verdad y justicia.
Chew muley Julia Chuñil? ¿Dónde está Julia Chuñil?
Julia Chuñil es una mujer mapuche de 73 años, quien está desaparecida desde el 8 de noviembre de 2024. La ñaña preside la comunidad de Putreguel, sector rural de Huichaco, comuna de Máfil, de Ainil/Mapu en Ngulumapu /Chile. Ella se desempeñaba como representante legal de las 17 familias que componen el colectivo y hacía dos años estaba siendo amenazada.
En 2015 la CONADI considera el predio como tierra indígena, por lo que, desde esa fecha la comunidad representada por Julia Chuñil asumió el cuidado y preservación del terreno.
En 2018 se exije una compraventa entre la Conadi y Juan Carlos Morstadt Anwandter , dueño de una empresa ganadera, agrícola y forestal. Desde entonces Juan Carlos Morstadt insistió en utilizar el terreno para talar el bosque nativo y comercializar leña.
A partir de lo expuesto en la acción judicial, la ñaña Julia comienza a sufrir diversas amenazas, junto a persecuciones y actos de hostigamiento por parte de Morstadt.
El empresario habría amenazado a Julia Chuñil advirtiendo que “no sacaba nada de ir a la CONADI porque él tenía mucha influencia. Julia comunicó a su familia que si algo pasaba “será culpa de él”.
La última información que se tiene de la lamngen es que salió a buscar animales, rumbo al predio lote “Reserva Cora Número Uno-A”, acompañada de su perrito “cholito”.
La hija de la lamngen, Janet Chuñil, aseguró que la exacerbación de estas tensiones fue responsabilidad de la CONADI, los cuales dejaron la zona de Lafrir en un limbo legal debido a la negativa mapuche de ceder las tierras. Es importante resaltar que la lamngen Julia desaparece en un contexto de ocupación militar genocida por parte del gobierno de Boric; quien en su gobierno de izquierda, mantiene el territorio mapuche militarizado, revitalizando en hasta la fecha, el decreto de Estado de Excepción, con participación de las Fuerzas Armadas, que impuso Piñera el 12 de octubre del 2021