Nora Cortiñas: “Nunca dejaremos de buscar a Lichita”

(Por Oscar Castelnovo/ Foto Kari Díaz/ APL) Al terminar la ronda de los jueves  en Plaza de Mayo decenas de personas acuden a sacase una foto con Norita, la besan en el rostro , en las manos y un joven hasta se arrodilló y le beso los pies para rendir  homenaje a la luchadora que marchó por el mundo allí adonde se perpetraba una injusticia. Con más de 30 grados de calor y al borde de cumplir 94 ella le advierte al neofascista de Milei que “¡Venceremos¡”, más tarde pregunta: “¿tienen calor?, no se preocupen va a hacer más”. Y las risas le ganan al cansancio. Ya en el bar, Norita sigue hablando de lo que no hay que encubrir. Surgen distintos temas entre los más de 15 militantes que  fueron a tomar algo. Y con indignación dice lo que callaron Alberto Fernández, Cristina Kirchner y tantos otros. Alguien le pregunta si seguirá la lucha por LIchita. La adolescente que se halla en desaparición forzada hace más de tres años, prima de Lilian y María fusiladas a los 11 años por orden del ex mandatario paraguayo Mario Abdó Benítez.

“Y en Paraguay, Carmen Villalba sigue presa cuando ya cumplió la condena de punta a punta- exclama Nora Cortiñas-;   su hermana Laura está entre los barrotes por ser mamá de una nena fusilada. Se metieron con las nenas. Son infanticidas porque buscan disciplinarnos por el terror. Ésta es la realidad en América Latina.  A nosotras nos mueve a pelear por la Aparición con Vida de Lichita, Justicia para las niñas y Libertad para Carmen y Laura. Ellos quieren acostumbrarnos a la ausencia de Lichita, pero cuando una compañera desaparece se la busca hasta encontrarla. Y si no que expliquen ellos qué  hicieron con Lichita, que lo explique la Fuerza de Tarea Conjunta y asuma la responsabilidad y digan qué fue lo que ordenó Mario Abdo Benítez. Cada día que no aparece se sigue cometiendo el delito. El coraje lo sacamos de la propia Lichita: ella bebió de su propio orín y comió víboras y sapos para sobrevivir en la selva muchos días hasta que se pierde el rastro. Lo escribió en un cuadernito que dejó a su mamá: ¿Cómo vamos a abandonarla? ¡Nunca dejaremos la lucha por buscarla!”