(Por Hilda Presman/APL) Los días transcurren y las respuestas nunca llegan: ¿quién mató a Kevin Candia? ¿Quiénes dieron orden de usar armas de fuego con munición letal? Otro 21 ha llegado y la Justicia sigue sin mostrar avances importantes en la causa por el homicidio de José María “Kevin” Candia, de 22 años, durante la represión policial y penitenciaria de abril pasado en la Unidad Penal Nº 1. Los pocos elementos significativos que constan en el expediente prueban que ni Kevin ni sus compañeros de pabellón participaron de un “motín” y que el uso de la fuerza estatal fue totalmente desmedida. Pero sobre los responsables, nada. 

Hoy, mientras un rebrote de Covid-19 asola la cárcel de condenados ante la indiferencia general de la opinión pública, desde la Red de DD.HH. Corrientes damos a conocer que muy pronto publicaremos un libro que compila relatos de hombres y mujeres privados de su libertad en cárceles correntinas  que dan  testimonio de como se padece la  pandemia en el encierro, con  un capítulo sobre la brutal represión en la que mataron a Kevin.

Ejercitar la memoria en estos tiempos tan acelerados no nos parece ocioso: Kevin no fue una víctima casual de un acto imprudente; su asesinato ha sido el resultado final de los mecanismos de gestión estatal de la vida de lxs presxs. Mecanismo que la Red ha venido denunciado en todas sus expresiones o facetas y  creemos con este libro sintetizar mucho de la realidad intramuros.