Reprimieron con palos, gas pimienta y golpes a la familia de Gabriel Eiriz en las cercanías del Juzgado N°5 de San Isidro por reclamar justicia

 (APL) «Dentro de este sistema y de la democracia burguesa, las instituciones están para defender los privilegios, los negocios y las ganancias de los poderosos. A mi hermano lo mató uno de esos negocios. No es justo que mi mamá tenga que pasar por el asesinato de un hijo que fue amenazado por una oficial de la policía y que 7 años más tarde tenga que estar en la calle siendo cacheteada por una policía y zamarreada por un policía». (…)Sigamos en la lucha. Con la cabeza en alto. Entendiendo que no es este país, que no es una sola jueza, que no es un solo policía ni un solo intendente. Son todas las instituciones que juegan prolijamente sus roles dentro de un sistema de desigualdad y explotación». Fragmentos salientes del texto  de Gisel Eiriz en el que da cuenta de una jornada donde, este miércoles, los uniformados de la Policía Bonaerense y del GAD (Grupo de Apoyo Departamental) reprimieron a los familiares y amigxs. Por su parte, la jueza Correccional, Andrea Pagliani, condenó a «dos años de prisión en suspenso» a la policía federal Fernanda Pérez Argüello, quien había amenazado de muerte a Gabriel Eiriz, vecino de La Lonja, Pilar, y días después fue asesinado, en un hecho aún impune. Una vez más, nada detuvo a la movilización que quienes luchan contra la impunidad. Más abajo, la nota completa de Gisel. Toda nuestra solidaridad con esta lucha.

LA JUSTICIA NO ES JUSTA

No me vengan con ese cuento. Por eso todos los días de mi vida milito y lucho por una sociedad igualitaria. Porque dentro de este sistema y de la democracia burguesa, las instituciones están para defender los privilegios, los negocios y las ganancias de los poderosos. A mi hermano lo mató uno de esos negocios.

 No es justo que mi mamá tenga que pasar por el asesinato de un hijo que fue amenazado por una oficial de la policía y que 7 años más tarde tenga que estar en la calle siendo cacheteada por una policía y zamarreada por un policía»

No es justo que a mi hermano lo tiren entre cuatro canas, que lo golpeen y que le desgarren la remera y que uno de ellos le pise el celular a propósito y se lo rompa.

No es justo que a mi compañero de vida le den un palazo en las costillas y le tiren gas pimienta a centímetros de sus ojos y oreja.

No es justo que ahora yo no me pueda comunicar con mi hermano, ni que tenga q ver a mi compañero con hielo en la mano porque no puede cerrarla y abrirla sin que le duela.

No es justo que la jueza Andrea Pagliani diga que a las 10 horas iba a leer una sentencia y que haya dado la orden para desplegar un operativo policial desmedido para que la gente no esté en la calle. Operativo que impidió que podamos ingresar a escuchar la sentencia. Sentencia q se dio a puertas cerradas y que la imputada ni se molestó en asistir para escuchar, porque seguramente ya estaba todo pactado.

Por eso es que yo milito el socialismo. Porque dentro de este sistema sé que la (in)justicia está hecha para encubrir a los asesinos. Que la policía está para proteger a los asesinos y a ellos mismos que son parte de los peores crímenes.

Cuando me vean en las calles denunciando a las instituciones y al sistema perverso de explotación capitalista, a la justicia, a la policía como cómplices de los peores negocios clandestinos y crímenes, remítanse a lo que vivimos hoy.

Esto es la democracia burguesa.

Esta es la mierda que tiene para ofrecernos el sistema capitalista.

Por eso necesitamos derribarlo con organización y lucha colectiva.

Porque a pesar de toda la indignación sabemos que haber tenido un juicio y una sentencia fue producto de la organización, de la denuncia, de la decisión de combatir la impunidad, de la lucha colectiva que venimos dando hace 20 días, cuando nos enteramos por casualidad de que había una fecha de juicio. Esa lucha sirvió porque no pudieron absolver a esa yuta a puertas cerradas. Y esto que hizo hoy esta jueza nefasta la deja expuesta y nos abre la puerta para el escrache. No vas a tener paz, Pagliani.

Pérez Argüello fue sentenciada y encontrada culpable. Armó un operativo mediático para lavar su cara. Y detrás de ella fuimos nosotres y dimos vuelta semejante circo. Los canales de televisión pidieron disculpas y tomaron posición por las víctimas y no por la amenazadora.

Sigamos en la lucha. Con la cabeza en alto. Entendiendo que no es este país, que no es una sola jueza, que no es un solo policía ni un solo intendente. Son todas las instituciones que juegan prolijamente sus roles dentro de un sistema de desigualdad y explotación.

Pero hoy una vez más pudimos comprobar que tenemos la fuerza para vencer.

Gisel Eiriz