Repudiamos el desalojo de comunidades guaraníes y exigimos la libertad para el preso político Alcides Oviedo

Queman pueblos campesinos en Paraguay – sigue la ejecución de campesinos por los ejércitos – privados de los terratenientes, después cuando el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) ejecuta a esos cipayos y mercenarios, los tachan de terroristas. Y lo que es peor: muchas veces las izquierdas argentinas y paraguayas ¬–y muchos organismos de derechos humanos– putean contra los combatientes y luchadores revolucionarios que resisten. Tal el caso del EPP. Hay muchas formas de luchar, todas son válidas. En general, apoyamos a todas y jamás desmerecemos a unas por las otras. Por eso somos tan duros cuando se macartea o cuando se asumen posiciones de abierta delación con compañeros u organizaciones que resisten con los medios y vías que han decidido dentro de los posibles.
No sabemos cómo detener la creciente irracionalidad criminal de los que nos dominan y nos gobiernan, pero le exigimos “ser razonables”, “realistas”, “medir las relaciones de fuerza”, a los que reaccionan y deciden enfrentarla.

Y esto, cuando no se los difama, se los acusa de ser agentes del enemigo o simplemente se mira para otro lado cuando se los fusila, se los tortura o se los somete a todo tipo de violaciones de sus derechos y de las garantías supuestamente vigentes. Claro que, respecto de otros, se rasgan las vestiduras cuando ocurren hechos muy menores. Es muy simple: el que tenga una propuesta superadora en estas guerras de baja intensidad que se descargan sobre nuestros pueblos, que conduzca al conjunto de los luchadores que asumen la resistencia. Y si no, o mientras tanto, que se calle o, al menos, que tenga la humildad de no agredir, ni “apuntar”, ni calumniar.

CONVOCATORIASEGUNDA INDEPENDENCIA