«Te quiero, pa»

(Por Oscar Castelnovo/APL) La hinchada de Huracán coreó su nombre y puteó al gatillo fácil con toda la fuerza con la que alientan a un equipo que sabe lo que es sufrir. El conjunto de primera división de «El Globito» salió a la cancha con una cartel que reclamó «Justicia para el Bocha». Más de 500 personas fueron a despedirlo en horas espantosas para la familia y hay cinco murales que le rinden homenaje en las paredes de Parque Patricios y Pompeya. Su padre, Jorge Rego, lo había llevado al estadio a los 4 años y allí surgió una gran pasión. A los 26, amaba a una mujer y un hijo de 41 días lo había conmovido como nunca antes. Christopher «Bocha» Rego -de él se trata-, fue fusilado por la Prefectura Naval Argentina, el 12 de agosto de 2018, a pesar de que en ese barrio no hay aguas que vigilar ni ríos que navegar. La sangre a derramar fue a cargo del oficial Pablo Britez quien le disparo dos balazos certeros por la espalda.

 «Te quiero, pa», escribe Jorge bajo las fotos de su hijo en Facebook, una y otra vez. Y, como un ritual, lo repite cada noche desde hace dos años en la duermevela. En este tiempo sintió su alma devastada, pensó en matar  y en morir. En aullar y en luchar. Por eso se organizó en la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil. Allí se unió con otrxs, esencialmente mujeres, quienes vivieron idéntica situación en la Argentina en rebeldía. Todxs son pobres, trabajadores o habitantes de la exclusión. De algún modo saben que nunca habrá justicia total, porque eso implicaría revivir a lxs muertos y ni los dioses pueden hacerlo. Aunque, algo cercano a la Justicia sería que no asesinen más pibes ni pibas para sostener un sistema injusto hasta la médula.

Se trata de otro ordenamiento humano. Un sistema dónde el hijo del «Bocha» viva sin miedo al exterminio brutal. Donde escuche con emoción al grupo «Bailalo cumbia» que evocó a su padre entonando: «nadie puede matarte en mi alma/ Y si cierro los ojos igual puedo verte/ nadie es capaz de matarte en mi mente». Y pueda recorrer las calles de Parque Patricios para honrar a su padre en cada mural  y recordar la batalla que libró su abuelo Jorge: por él y por todxs los otrxs hijos del pueblo que no merecen esta sociedad de mala muerte. Que así sea.