“Una herramienta para la transformación social”

Mechi Méndez

Testimonios: doctor Damián Marino y equipo de UNLP, en San Salvador /Entre Ríos.

Damián Marino: “Vinimos porque el vecino comprometido fue a golpear las puertas de los laboratorios, de los médicos para ver si alguien le daba respuesta a una realidad que se veía del punto de vista ambiental y también sanitario, de los problemas de salud”.
“Vinimos por iniciativa del vecino de San Salvador, a partir de ahí ocurre un proceso que deriva en el relevamiento sanitario que realizaría la UNR y se decide en conjunto el monitoreo ambiental entonces vincular el mapa de salud con el mapa ambiental”.
“Tuvimos que conocer junto con las autoridades, para conocer tipos de cultivos, ubicación de los molinos etc. Y también con los vecinos para diseñar los puntos de monitoreo, eligiendo arroyos, domicilios, aguas de red, suelos de espacios públicos como plazas, veredas, cerca de acopios por ej. También para monitorio de partículas”.

“En sesenta setenta días puede haber algunos resultados, que deberán articularse en conjunto con Rosario para evaluar el proceso del resultado para que esos datos vuelvan a la comunidad de San Salvador, porque son de la población de San Salvador”.

En cuanto a la característica de la ciencia que están llevando a cabo señalan:

Damián Marino: “Si esto cambia la estructura la concepción de qué ciencia y cómo se practica es porque hay un proceso de abajo hacia arriba, desde la sociedad común que entiende que el científico tiene que ser una herramienta necesaria para sus necesidades de todos los días, no para la elaboración de documentos en otro idioma. Y también que la juventud que hoy ingresa, entra buscando qué aportar para una transformación social. Hoy todo estudiante que ingresa – al menos en Ciencias Exactas-, está buscando que el producto de ese aprendizaje sea una herramienta de transformación social y eso ha obligado a sus autoridades a atender esa demanda estudiantil”.

Agustina: “Cuando ingresé a la facultad en el 2007, lo que tenía más claro era poder ser una profesional al servicio de las necesidades de la comunidad. Hoy volcada a la investigación creo que el motor debe ser poder aportar una herramienta para las luchas de las comunidades y hoy poder llevarlo a la práctica, desde este espacio que llamamos EMISA (Espacio Multidisciplinario de Interacción Socioambiental) es buenísimo porque uno puede llevar a la práctica esta “ciencia popular” como a mí me gusta llamarla”.

Santiago (estudiante): “es un orgullo pertenecer a un grupo de una Facultad pública, que hace ciencia, pero para la gente. Está bueno remarcar que nos estamos formando como científicos, para el público y no para la publicación”.

Lucas: “Esta bueno como concepto, entender que el científico es parte de la sociedad y que no está un escalafón más arriba de lo que pasa en un pueblo”.

Damián Marino: “el paper sabemos que es necesario y no negarlo, pero que el objetivo no es el paper, sino es solo el producto de un proceso del trabajo, pero el objetivo esta puesto en la articulación con la comunidad. En ese sentido la información que tiene cada pueblo es tan o más importante que la que podemos generar nosotros.
La única diferencia es que nosotros tenemos una responsabilidad adicional y es por haber estudiado en una universidad pública, por lo tanto tenemos el deber de generar información que realmente transforme la realidad de todo aquello que demande la tarea de la Universidad, que no debe ser una elite, sino que debe ser de todos.
Cuando vos rompes el confort “científico” que implica un desafío y descubriste que conectaste el cerebro con la capacidad emocional y con la cuestión humana, eso ya se vuelve algo natural y es sin retorno.
Lo que debe ser natural y debe ser normal es que la Universidad sea un espacio que se puede constituir en cualquier lado”.

Linkvideo:www.youtube.com/watch?v=oVlra2IQUb8&feature=youtu.be