(Por Bárbara Taboada/APL) Desde hace milenios, los kuifikeche (gente antigua) nos transmiten los conocimientos universales, para estar en equilibrio con el universo. Desde el Kalfuwenumapu (dimensión superior), los antiguos Mapuche lograron de-codificar sus mensajes. Entendieron que lo humano no era superior a nada, sino parte del todo. Nuestra sabiduría fue/es otorgada por la capacidad y entendimiento mutuo con todo lo que existe. Fue comprendida por observación, respeto y comunicación con reinos animales, vegetales, minerales; y en respeto con otros pueblos, fue/es transmitida tanto en planos físicos como en pu pewma (sueños), y en estados alterados de concencia ordinaria. En estos momentos, en el cono sur, estamos en proceso de renovación de ciclo, renovación de energías NO SOLO HUMANAS, sino de la totalidad, del itrofimongen. Wiñoy Tripantu / We Tripantu para los mapuche, Willkakuti para nación aymara, Inti Raymi para la cultura Inca, Xóosink para la nación Shelkn´am.: Año nuevo indígena para quienes nos toman a la ligera. Es un tiempo de renovación, de unión familiar y de toma de fuerza.
Por generaciones y resistiendo a las invasiones coloniales y americanas, nuestros kimche (sabios) fueron nutriendo y resguardando el conocimiento para que los hijxs de sus hijxs sepan desenvolverse en la vida, con respeto; y por tanto: siendo dignos y merecedores de tener salud.
Para las naciones antiguas, estar en armonía con las fuerzas de la naturaleza, acompañar los cambios profundos y proteger los territorios y la vida que en ellos brota, es lo que determina la salud personal, familiar, comunal, territorial y global. Construimos y tejemos el küme mongen, el buen vivir… asi fue, según nuestros relatos, durante 30.000 años.
Por milenios nuestra gente habito estas tierras, pensando en el futuro de sus nietos.
Jamás se contaminó las aguas, jamás se taló un bosque entero, jamás se quebró el contenido biológico de los alimentos, jamás tuvimos que encerrar en instituciones o cárceles para enseñar/adoctrinar o castigar.… Cuidamos el agua, la tierra, el fuego y el aire., porque sabemos que el futuro es hoy.
En nuestro lenguaje no existe la palabra pobreza, más que como “falto de familia”…
Nosotros siempre supimos que aquí fuimos puestos, ”inchiñ may ta elgeyiñ” ( nosotros fuimos dejados aquí) dicen nuestras autoridades ancestrales, pu machi, para respetar, proteger y cuidar las fuerzas del territorio. Actuamos en defensa, cual sistema inmunológico; y esto nos provee salud, de forma reciproca.
NUESTRA SALUD EN MANOS DE LOS DEPREDADORES
Tenemos cantidad de pruebas para decir que la cultura occidental, es el virus que contamina y enferma. Su esencia es el extractivismo, el poder económico y la manipulación psico-emocional. Hoy día este modo de mal vivir, es quien marca las pautas de “los cuidados”.
El estado de sitio biológico, busca condenarnos a tomar otras creencias para buscar “curas”; pero nosotros no podemos olvidar nuestro “feyentun”; no podemos olvidar que la enfermedad es traída por un sistema que busca destruirnos para dominarnos.
Sabemos que el mal lo traen las políticas winkas (del invasor), las empresas y los negocios mineros, forestales, petroleros, los agrotóxicos y las fumigaciones que envenenan todo a su paso. Lo vimos y lo padecemos.
Mientras nos debilitaron por años, ahora buscan aislarnos para curarnos… cómo es eso?
Allende la cordillera, tenemos a una autoridad espiritual ancestral mapuche en huelga de hambre, ya pasa los 50 días y el Estado Chileno no da respuesta. Su pedido en concreto: que se respete nuestros modos de vida, no solo de él, sino de toda persona originaria. Que se cumpla el convenio 169 del OIT, en art. 7, 8, 9 y 10.
¿qué pasaría si en medio de un epidemia global, se encerrara a todos los médicos, científicos, y al mismo tiempo, se contaminaran todos los “remedios” que traerian la cura? Eso es lo que nos estan haciendo: encierran a nuestros kimche (sabios) y contminan nuestras hierbas medicinales, aguas y alimentos.
Nuestra salud no la dará una vacuna; nuestra salud es la salud de la mapu (espacios materiales e inmateriales), nuestra salud es la salud de nuestras autoridades ancestrales, de nuestros pu kimche, pu longko, pu machi, y de nuestra gente.
Nuestra salud es siempre con la naturaleza, en libertad, cuidado y respeto.
AÑO NUEVO MAPUCHE
Parece que nuestra experiencia en el “saber vivir”, siempre es denigrada. En este contexto de pandemia, queda muy claro que nunca nos vieron ni nos verán como culturas poseedoras de conocimiento/sabiduría. Nos toman como animistas, intelectualmente inferiores, solo quieren lo banal, lo comercial.
Nuestras hierbas, medicinas, cantos, danzas.. todo se ve como folcklore, nos quieren para “notas de color”, pero no hay respeto ni entendimiento de lo profundo.
No danzamos por folcklor, como tampoco asumimos que el sol sale porque es “su obligación”. Somos agradecidos de que haya un nuevo día, un nuevo ciclo; y lo esperamos para recibir lo que se nos brinda; y hacemos saber que mantendremos la unidad en armonía. No es sencillo, ni una frivolidad como el año nuevo winka. Es un modo de vivir, un compromiso.
No es nuestro año nuevo, es el cosmos que nos da otra oportunidad para renacer; pero este sistema winka, nos obliga a entender la vida, fuera de la vida; mientras se condenan ellxs mismos al sufrimiento que acarrea su forma de existir.
La nación mapuche es una sola, de un lado y otra de la cordillera. Una gran familia de esta madre tierra; y como otras familias de cada nación pre-existente: merecemos salud, y la Tierra nos merece.
WIÑOY TRIPANTU / WE TRIPANTU.
El conjunto de estrellas llamadas Ngaupoñi marcan el período en el cual occidente comprende el cambio de estación de “otoño a invierno”, donde se produce la noche mas larga y día mas corto del año, en el cual el sol estará sobre el horizonte aprox. Desde las 10hs hasta las 17hs. Por tanto, la oscuridad la atravesamos en comunidad.
Para nosotros, la luna que marca el inicio del nuevo ciclo se la conoce como Trufken-Küyen, luna gris o luna de las cenizas, correspondiente al Pukem (invierno). Por lo tanto cuando emerge Trufken Küyen, comienzan los preparativos para la ceremonia de inicio de We-tripantu.
Mas allá del calendario, en el cual se hace referencia desde el 21 al 24 de junio; kimche (sabios) cuentan que las ceremonias comienzan en la primera luna nueva de junio y se puede celebrar hasta la primera luna de julio. En ese período se sucede la noche mas larga.
Por cuestiones de occidentalización y calendario, se ha tomado el 21 de junio por solsticio, y la imposición colonizadora cristiana ha buscado imponer “la noche de san juan” para gestar olvido y confusión cultural del 23 al 24 de junio.
En tiempos de cambios y renovación, saludamos con respeto a todos los verdaderos protectores de la salud de la tierra; y aunamos fuerza para derrotar al virus que nos invade.
Kiñe rakizuam: unimos conciencia para atravesar la noche más larga y perder el miedo en todas sus formas
Libertad al machi celestino Córdova, y a los lamngen de cárcel de Angol que ya superan los 50 días en huelga de hambre!!!!
Libertad a nuestra espiritualidad y a nuestras memorias ancestrales!!!!
Kúme wiñoy tripantu pu lamngen, pu weñuy!
WEWAIÑ!