(Por Fernanda Giribone/APL) El Tribunal Oral Federal de Jujuy condenó este viernes a 19 ex militares, ex policías, gendarmes y miembros del Servicio Penitenciario provincial por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. La “Megacausa Jujuy” abarcó 16 causas por crímenes de privaciones ilegales de la libertad, homicidios, tormentos y violación sexual agravada, ya que por primera vez en la provincia los delitos sexuales y la violencia de género apareció diferenciada con el objetivo de que pueda ser condenada como tal.
El juicio oral, el sexto que se realiza por crímenes de lesa humanidad en Jujuy, había iniciado a mediados de 2018 con 23 imputados. La megacausa, pedía justicia para 120 víctimas (44 desaparecidas) e imputó a 23 genocidas que operaron en distintos Centros Clandestinos de Detención, pertenecientes a distintas fuerzas de seguridad. Durante el proceso de cuatro años de audiencias, en el que declararon unos 200 testigos fallecieron tres imputados fallecieron: el policía provincial Juan Carlos Vaca y Ramón Herrera y Carlos Alberto Ortiz, del Servicio Penitenciario provincial ( todos con condenas previas en otras causas). Por su parte, Osvaldo Héctor Caraballo, quien fuera guardia de Seguridad Interna del penal de Villa Gorriti, resultó como el único absuelto.
Entre otros delitos, se consideraron acreditados 17 homicidios, seis violaciones sexuales, 169 hechos de privación de la libertad y 126 casos de aplicación de tormentos.
Fueron condenados a prisión perpetua Juan Carlos Jones Tamayo, jefe de la Central de Inteligencia “Área 323” del Ejército; el ex comisario José Américo Lescano y dos ex jefes de seguridad del penal de Villa Gorriti, Ceferino Narváez y Juan Carlos Lucero.
Recibieron penas de entre 25 y 20 años de prisión los ex policías provinciales Bernardo Salinas (25 años), Armando Claros (20 años) y Hugo Ruíz (20 años); el ex militar Mariano Braga (24 años), el gendarme Raúl Do Canto (24 años) y los ex agentes penitenciarios de Jujuy Mario Gutiérrez (22 años); Herminio Zárate (21 años) y Orlando Ricardo Ortiz (22 años).
También fueron condenados a 15 años el ex gendarme Carlos Raúl Pérez y Rodolfo Oscar López, de la Policía Federal; a 11 años el ex policía provincial Carlos Cachambe y a penas de entre 8 y 5 años los miembros de la policía provincial Juan de la Cruz Kairuz (5 años), Virgilio Choffi (8 años), Pedro Ríos (6 años) y Roque Inés Cari (6 años).
Por tratarse de causas que investigaban la desaparición de trabajadores del Ingenio Ledesma y la Mina Aguilar, este juicio podría haber avanzado en demostrar la responsabilidad civil-empresarial del genocidio de Estado, sin embargo Carlos Pedro Blaquier fue sobreseído por falta de mérito en 2015. Blaquier, ex dueño del Ingenio Ledesma SAAI, y su ex administrador, Alberto Lemos, fueron sobreseídos en un fallo irregular de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, por una causa que intentaba comprobar su participación, logística y material, en el secuestros de los obreros azucareros y vecinos de la ciudad. Si bien el fallo absolutorio del 2015 fue revocado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el hecho de que se dejaran transcurrir 6 años, volvió imposible la inclusión de Blaquier y Lemos en este juicio, puesto que en 2021, el debate ya había iniciado.
Este fallo se trata de un logro histórico, que conllevó el esfuerzo de 4 años y atravesó la pandemia, pero en el que las víctimas pudieron dar testimonio y relatar sus historias que dieron cuenta de los asesinatos, privaciones ilegitimas de la libertad, tormentos, violaciones y torturas que se perpetraron en Jujuy en el contexto del plan sistemático de aniquilación y violación de los derechos humanos que aplicó la última dictadura.
Carlos Pedro Blaquier tiene 95 años de edad, por lo que cada día que pasa se corre el riesgo de que sus crímenes queden impunes. Hoy más que nunca es necesario acelerar el juicio oral, para romper con la impunidad del poder económico, que aun hoy domina la región al mejor estilo feudal.
Con la fuerza de este fallo, para obtener justicia por los que ya no están, y para todos los sobrevivientes, que siguen luchando.
Adonde vayan los iremos a buscar.