Ataques instrumentados por los uniformados contra las mujeres en prisión

(APL) “Estos tiempos vienen aconteciendo cosas muy raras en la cárcel del Buen Pastor, no habituales entre nosotras. Las mujeres privadas de libertad llevamos décadas luchando contra la represión carcelaria, aislamientos, torturas, confinamientos y las prisioneras epepistas comunistas jamás hemos discriminado a nuestras hermanas de clase y de infortunio. El 7 de diciembre último a las 19:30 una patota de 30 chicas intentaron atropellar e ingresar por la fuerza a nuestro pabellón, con estoques, cuchillos y palos para supuestamente cobrar venganza a una de las amigas que comparte pabellón con nosotras. Pero la gravedad del hecho se acentúa porque todas las informaciones al cual accedemos nos va confirmando sobre una nueva modalidad represiva de parte del esquema penitenciario. Las dos cabecillas de las agresiones  son instrumentalizadas por los más altos funcionarios del recinto penitenciario, y hoy son premiadas, por lo que a la luz de los hechos podría decirse, premiadas con impunidad por su trabajo sucio contra sus propias amigas y compañeras. Las agresoras acuchillaron a dos presas de otro pabellón agredido, rompieron portones, destrozaron algunas pertenencias de otras presas,  sin embargo, ni siquiera son sancionadas.  Situación inaudita en un sistema que no conoce otra forma de disciplinamiento que no sea la represión. Esta vez, hubo ataques a tres pabellones, acuchillaron a dos presas, todos minimizados”. Fragmento del texto de las compañeras Carmen Villalba y Francisca Andino, prisioneras políticas del EPP que, más abajo, brindamos completa. Como se recordará, hace poco más de tres meses, el Estado paraguayo fusiló a dos niñas argentinas de 11 años, Lilián y María, ambas sobrinas de Carmen Villalba. Toda nuestra solidaridad con su justa lucha.

COMUNICADO

El 7 de diciembre fuimos atacadas y agredidas  en el pabellón donde nos encontramos. Una patota con la excusa de cobrar venganza atacó nuestro pabellón y nos exigió que entreguemos a una de las compañeras para destrozarla.

Cuando el ataque viene de nuestras propias compañeras de prisión nos embarga mucha tristeza y dolor. Si bien existen opiniones muy dispares con relación a las presas sociales o el lumpemproletario/a. Nosotras hemos roto con el prejuicio que margina y sitúa a las presas y presos sociales como al segmento más alienado y descompuesto del cual se vale la reacción para lanzar contra los revolucionarios/as. Aunque hoy fuimos atacadas por este sector.

Varias de ellas víctimas del sistema patriarcal capitalista, víctimas de la droga, la discriminación, y con quiénes seguimos reconociéndonos como hermanas de clase  y amigas.

Estos tiempos viene aconteciendo cosas muy raras en la cárcel del Buen Pastor, no habituales entre nosotras. Las mujeres privadas de libertad llevamos décadas luchando contra la represión carcelaria, aislamientos, torturas, confinamientos y las prisioneras epepistas comunistas jamás hemos discriminado a nuestras hermanas de clase y de infortunio.

El 7 de diciembre último a las 19: 30 una patota de 30 chicas intentaron atropellar e ingresar por la fuerza a nuestro pabellón, con estoques, cuchillos y palos para supuestamente cobrar venganza a una de las amigas que comparte pabellón con nosotras. Pero la gravedad del hecho se acentúa porque todas las informaciones al cual accedemos nos va confirmando sobre una nueva modalidad represiva de parte del esquema penitenciario. Las dos cabecillas de las agresiones  son instrumentalizadas por los más altos funcionarios del recinto penitenciario, y hoy son premiadas, por lo que a la luz de los hechos podría decirse, premiadas con impunidad por su trabajo sucio contra sus propias amigas y compañeras. Las agresoras acuchillaron a dos presas de otro pabellón agredido, rompieron portones, destrozaron algunas pertenencias de otras presas,  sin embargo, ni siquiera son sancionadas.  Situación inaudita en un sistema que no conoce otra forma de disciplinamiento que no sea la represión. Esta vez, hubo ataques a tres pabellones, acuchillaron a dos presas, todos minimizados.

La nueva modalidad pareciera buscar romper la histórica unidad, empatía y solidaridad que caracteriza a las mujeres privadas de libertad sin mirar los procesos judiciales que cargamos ni nuestro origen. Ante esta nueva modalidad represiva que busca instrumentalizar que busca instalar las riñas y enfrentamientos entre las propias presas para así no cuestionar ni mirar el otro lado de la gravedad de las cárceles. La represión, torturas, la agudización de la pobreza y deshumanización de las cárceles.

En el Día de los Derechos Humanos y en búsqueda de hacer frente a la agudización de la represión, dentro del recinto carcelario y con casi 200 compañeras presas, realizamos una protesta pacífica con sentatas y pronunciamientos contra las disputas  y riñas que pretenden instalar alentados por el sistema. Buscaremos mayor unidad, cercanías y hermandad esperando el acompañamiento de las organizaciones populares y las militancia de Paraguay y nuestra América.

Asunción, Paraguay, Cárcel de Mujeres del Buen Pastor.

Carmen Villalba/Francisca Andino

Prisioneras Políticas Epepistas