(Por Oscar Castelnovo/APL) Después de días de asistir a las audiencias del juicio al espía policial, Américo Balbuena, me fui a tomar cerveza con este minón. Norita Cortinas, 93 años. Madre de todas las luchas. Como puede verse ella bebe birra negra, no hubo conflicto porque a mí me gustan negras, verdes, rojas o amarillas. Luego, al lado de Norita se sentó Mirta Baravalle, 98 años, y otros compañerxs. Las miré, las abracé, a las dos, las escuché, vi cómo gesticulaban, me detuve en sus ojos y sentí que la vida me besaba en la boca. Algunos dirán «Castelnovo está borracho». Sí, es cierto. Pero esta vez, ebrio de orgullo. Ya pasaron unas horas que nos despedimos. Todavía siento que la emoción galopa, desbocada, dentro del pecho. Salute!