Es hija de dos presos políticos y prima de las dos nenas argentinas de 11 años asesinadas por el Ejército paraguayo en septiembre. Testigos aseguran haber visto cómo los militares la capturaron hace un mes. Una misión de La Gremial de Abogados ya llegó a Paraguay. Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, de 14 años, alias «Lichita», es hija de Carmen Villalba y Alcides Oviedo, líderes de la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo, presos políticos en su país desde 2004. La niña vive hace varios años en Misiones, Argentina, con gran parte de su familia. En septiembre viajó a Paraguay con su tía Laura y con sus primas María Carmen y Lilian, ambas de 11 años y nacidas en Argentina. La niñas iban a conocer a sus padres, luchadores campesinos, pero un comando de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) las asesinó durante un fingido enfrentamiento con una supuesta base del EPP, en la estancia el Paraíso, ubicada en la ciudad de Yby Yaú, en el Departamento de Concepción. Desde entonces, Carmen –que logró escapar herida de la emboscada militar- y Laura –madre de una de las nenas fusiladas–, no pudieron regresar a Argentina y eran buscadas por el gobierno de Mario Abdó Benítez y sus fuerzas.
CARMEN OVIEDO VILLALBA
Finalmente, el rastro de Carmen se perdió el 30 de noviembre. La información difundida señala que testigos la habrían visto mientras era apresada por uniformados. Otras fuentes hablan de “un grupo de civiles”. Intentando dar con su sobrina, Laura también fue capturada el 23 de diciembre, acusada de colaborar con la logística de guerrilla paraguaya –a pesar de que hace 10 años que vive en Argentina-, y puesta a disposición de la justicia paraguaya.
Laura, vivía, trabajaba y estudiaba en Misiones, adonde llegó en 2011 escapando de la persecución a su familia. Ahí nacieron y viven sus seis hijos. Allí también se recibió de Técnica Superior en Enfermería. Trabajaba en una clínica privada.
“Lichita” nació en cautiverio y es una de las hijas mellizas de la prisionera Carmen Villalba y de Alcides Oviedo, condenado a perpetua, ambos juzgados por el secuestro de una poderosa empresaria en 2001, que fue liberada 64 días después a cambio del pago de un rescate. Néstor, otro hijo hijo de Villalba y Oviedo, murió intoxicado en 2010 en Argentina en circunstancias que no fueron esclarecidas.
El 2 de diciembre, desde Washington, la organización Human Rights Watch señaló que “las autoridades de Paraguay destruyeron pruebas fundamentales relacionadas con la muerte de dos niñas argentinas de 11 años causadas por agentes de fuerzas de seguridad del Estado y violaron tanto sus propios protocolos de investigación como normas internacionales de derechos humanos”.
Organizaciones de Argentina lograron establecer contacto con Carmen Villalba. En una nota recientemente publicada con la firma de Cluadia Korol se consigna que la mujer reclamó: “Quiero fundamentalmente que aparezca mi hija. Quiero que aparezca Lichita. Es una niña que merece que se le respete su adolescencia, que se le respete su vida. El Estado paraguayo, aunque se llena la boca diciendo que respetan los derechos de los niños, de las niñas, demuestra con creces que se ensaña con las niñas. Nosotros sentimos en nuestra propia piel, en nuestro propio cuerpo, en nuestra propia realidad, que nuestras niñas no son respetadas”.
MISIÓN INTERNACIONALISTA
Gustavo Franquet de La Gremial de Abogadxs de Argentina; la abogada Daysi Irala, del Paraguay; la abogada Sabrina Diniz Bittencourt Nepomuceno de Brasil; y Germán, integrante de la CTD Aníbal Verón, también de Argentina, se encuentran desde ayer en Capitán Bado, en la ciudad de Pedro Juan Caballero, en el norte paraguayo intentando acceder a la zona de conflicto armado, donde comunidades aborígenes habían visto viva a la joven.
Según informó La Gremial en sus redes sociales, fueron inspeccionados en un reten militar y están siendo “seguidos o escoltados por tres vehículos militares”.
“Es probable que por algunos días no tengamos información por no existir ya señal de celular”, advirtieron.
“Hacemos pública la presencia de nuestros compañeros en el lugar. El Gobierno y las fuerzas militares paraguayas están informados del ingreso a la zona de un grupo extranjero no beligerante que además no porta armas (…) se ha notificado formalmente a los organismos oficiales paraguayos y al cónsul argentino en Asunción de su presencia”, aseguraron.
DIPLOMACIA DE LOS PUEBLOS
“Por último, y de todo corazón, queremos hacer saber de nuestra gratitud inmensa a tantos y tantas compañeros y compañeras, como así también a muy diversas organizaciones de distintos postulados políticos que colaboraron con dinero (en algunos casos mucho dinero, lo que fue inesperado para nosotros) para costear el viaje, pasajes y montón de gastos que nos deparó esta misión. Sepan que jamás, nunca jamás, olvidaremos semejante gesto y que sin esas colaboraciones este viaje habría sido imposible”, señalan desde La Gremial.
En otro comunicado, la organización solicitó: “Pedimos al gobierno argentino, que tanto y tan bien nos acompañó con las gestiones por las niñas de 11 años asesinadas, que no calle, que no cierre los ojos, que se pronuncie”.
“Y en particular, y muy especialmente, les pedimos al presidente argentino Fernández y al canciller, Felipe Solá, que reclamen duramente al Estado paraguayo sobre el paradero de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, niña paraguaya residente desde hace muchos años en Argentina, alumna de secundario en Puerto Rico, localidad de nuestra provincia de Misiones”, agregaron.
“No dejemos que pase desapercibida la desaparición de una niña de 14 años que aún puede estar con vida. El silencio será complicidad con lo que ocurra”, concluye el texto de La Gremial.