¿Dónde están los 7 pibes?

(APL)Alan Córdoba, Jhon Claros, Sergio Filiberto, Fernando Latorre, Franco Pizarro, Juan Cabrera y Federico Perrotta viven en nuestra militancia cotidiana por una sociedad distinta a la que desplegaron los gobiernos dizque democráticos. Es cierto que la masacre de Comisaría 1° de Pergamino se perpetró a bajo el Gobierno fascista de Macri; tan cierto como que los gobiernos kirchneristas, autollamados neodesarrollistas, son responsables del 52 por ciento de los asesinatos en las calles o en los sitios de encierro desde 1983. Como se sabe, los mandos de las fuerzas de Seguridad están SIEMPRE, en el Poder Ejecutivo. Es verdadero que durante el macrismo ultimaron a un/a pibx cada 19 horas y que a lo largo del kirchnerismo estos crímenes fueron cada 28, 29 o 30 horas, según el período que se tome. Pero ya aullamos que no vinimos a este mundo para proclamar cada cuántas horas debe morir un pibe o una piba.

 Ningunx debió sucumbir y nunca hubo Justicia. Porque por más que a sus asesinos les hubiesen dado 100 perpetuas a cada uno, lxs pibxs no vuelven a la vida. Algo parecido a la Justicia es que no nos maten más. Pero no es posible en el capitalismo de América Latina. Entonces, la lucha por Justicia está absolutamente ligada a la pelea por el cambio social. ¿Estamos tristes hoy? Sí. Cómo no estarlo si hay siete familias aún devastadas por el dolor en Pergamino. ¿Seguimos en lucha? Sí, porque las vidas de Alan, Jhon, Sergio, Fernando, Franco, Juan y Federico no pueden y no deben haber sido sesgadas en vano. Y es por eso que con el alma herida, pero llenos de rabia nosotros vamos con ellos a las marchas, a pintar paredes, a cortar calles y estarán siempre en cada forma de lucha que el pueblo decida para enfrentar del genocidio encubierto.

Sabemos que ahora vendrán los reproches: “¿Por qué atacar de ese modo a los gobiernos democráticos, populares, etc?”. La respuesta es sencilla:

Si ellos no hubiesen asesinado a nuestrx hijxs, nosotros jamás lo hubiésemos escrito.