(Por Pan y Rosas) Hay fecha, el sábado próximo. Tenemos una semana para construir una masiva movilización, para gritar con todas nuestras fuerzas que basta de discursos de odio, al closet no volvemos nunca más, que no vamos a permitir la derogación de las leyes contra los femicidios y sobre el cupo laboral travesti trans, ni ninguno de los derechos que conquistamos. La mejor respuesta es la más amplia unidad con todxs lxs que resisten despidos, cierres y vaciamientos de este Gobierno ultra reaccionario y neoliberal. El sábado pasado miles copamos el Parque Lezama en la Ciudad de Buenos Aires. Ese finde, comenzaron las asambleas y reuniones en otras ciudades. Se empezó a correr la voz, y el sábado 1 de febrero marchamos del Congreso a Plaza de Mayo a las 16 h y habrá convocatorias en todo el país. Es que la bronca y la necesidad de “salir a las calles ya” como se dijo una y otra vez en Lezama, aumentó porque ya no sólo son discursos de odio los que promueve La Libertad Avanza como ideología de Estado, sino que también buscan instalar una agenda reaccionaria.
El ministro de Justicia de la Nación Mariano Cúneo Libarona, aseguró que el Gobierno de Milei busca eliminar del Código Penal la figura de femicidio y quitar el cupo laboral travesti trans bajo el argumento de que “el feminismo es una distorsión del concepto de igualdad”. Además, a esas campañas contra nuestro enorme movimiento hay que sumarle los duros ataques a la izquierda. “Zurdos tiemblen, los vamos a ir a buscar”, son amenazas de muchísima gravedad, no se pueden naturalizar. No solo son un peligro para el futuro, ya son una realidad y dejan heridos. Los ataques verbales legitiman los ataques físicos -como ya vimos con el asesinato lesbofóbico a Pamela, Roxana y Andrea- y más con los antecedentes históricos en nuestro país. Por eso nuestra compañera Myriam Bregman y los diputados y diputadas del PTS-Frente de Izquierda junto a los abogados y abogadas del CEPRODH realizaron la denuncia correspondiente en la Justicia e impulsamos un petitorio de apoyo.
Pero el Presidente se equivoca al leer que la asunción de Trump y el envalentonamiento de sus amigos fachos que hacen el saludo nazi como Elon Musk es un espaldarazo que le permite linealmente avanzar contra las conquistas de la diversidad sexual y los feminismos, y sobre todo el pueblo trabajador. No está escrito que el Gobierno pueda avanzar sobre nuestros derechos. La relación de fuerzas se pelea organizadxs desde abajo y en las calles entre todxs quienes enfrentan y cuestionan las políticas del oficialismo.
Cuando vemos la motosierra en la salud pública con el intento de cierre de equipos interdisciplinarios en los hospitales públicos y el vaciamiento como ocurre en el Laura Bonaparte, Posadas, Sommer o las coordinaciones del Ministerio de Salud, vemos cómo la unidad y coordinación entre los distintos sectores se vuelve fundamental como con lxs trabajadorxs de la salud. Cuando vemos el ataque a la Educación Sexual Integral, se vuelve fundamental el rol de la docencia, las familias, el movimiento estudiantil, lxs especialistas y el activismo para dar la pelea. Como dijeron las trabajadoras de los Sitios de la Memoria en la Asamblea de Lezama: “Queremos proponerles construir una agenda común y coordinada, para poder enfrentar el ataque que estamos sufriendo a la medida que se merece. Construyamos juntes una gran actividad en la Plaza de Mayo donde confluyamos todos los sectores atacados y en lucha, que prepare grandes movilizaciones”.
También expresaron la necesidad de unificar las peleas las trabajadoras del Bonaparte. En sus palabras: «Estamos en lucha desde que este gobierno asumió, porque nos están persiguiendo, nos están vaciando, nos están echando y nos están dejando sin recursos. Y vaciar un hospital es cerrarlo, y cerrarlo es atentar contra la salud público, tenemos que juntarnos en esta lucha. El 31 de enero se efectivizan los 200 despidos (…), tenemos que estar todes en el hospital, porque el 70 % de la población travesti trans se atiende en el Bonaparte, en el Posadas y en el Hospital Fernández, porque la salud pública no se toca».
Tenemos que ser muchxs más en las luchas y eso comienza construyendo la unidad con todxs lxs que se ponen de pie. No es un problema de agendas “demasiado progresistas” como continúan diciendo algunos referentes de la oposición, es responsabilidad de poner candidatos que se venden cuando vos votaste otra cosa, es responsabilidad de quienes evitaron todo el año pasado la unidad en la lucha y la movilización para garantizar ser una «oposición responsable», es promoverse como candidates o apostar otra vez a viejas alianzas electorales que ya fracasaron. La desaparición constante de la CGT que transó y deja correr la reforma laboral en todas las luchas que se vienen desarrollando desde el año pasado y actualmente, mientras avanzan los despidos en el sector público y privado, incluso con despidos persecutorios como en Shell y Pilkington. O la división de las peleas con las medidas aisladas e insuficientes de las CTAs; son un indicio de que deberemos ser muchas, muchos, muches quienes, desde abajo, les impongamos medidas contundentes de lucha.
Con la diversidad sexual y los feminismos junto a las trabajadoras y trabajadores en lucha al frente, vamos contra los crímenes de odio y los femicidios, porque al closet no volvemos más. Unidad con todas las peleas en curso para dar la disputa por convertir el cántico que se coreó en Lezama de “A dónde está, que no se ve, esa famosa CGT”, en una política activa para construir un paro general y un plan de lucha, desde cada laburante en lucha y cada lugar de trabajo, desde cada barrio y lugar de estudio. Activemos juntxs en cada lugar donde nos movamos, la participación el 1F. Si decían que no pasaba nada contra Milei, miren cómo empezamos a demostrar lo contrario. Contagiá a tu amigue, a tu familiar, a tu compañerx de laburo, de estudio, a tu vecinx, en tus redes, para aportar cada unx desde nuestro lugar, a reventar las Plazas y ocupar las calles en todo el país.