(Por Oscar Castelnovo/APL) Hace unos años fui con la compañera Hilda Presman de la Red de Derechos Humanos a visitar a los muchachos presos en el Penal 1 de Corrientes, en el cual hay 24 infectados con la covid-19, a pesar de todos los reclamos que exigían arrestos domiciliarios y morigeraciones. El gobernador, (Radical-PRO) Gustavo Valdés Valdez, entre otros, será responsable si algo fulería les pasara. Aquella jornada con ellos fue más que intensa y siempre la recordé con emoción. Comimos 2 grandes bogas que ellos mismos asaron y condimentaron. También un superguiso. Bebimos tereré. Tome notas, desentrañé sus rostros, hablaron sobre sus vidas. Charlamos sobre arte, muchos de ellos escriben, pintan o hacen esculturas. Contamos cuentos y hasta hicimos chistes. En un momento, así como una joda, nos sacamos una foto tras la reja en que los «engoman» (encierro dentro del encierro). Todos ellos rieron de la ocurrencia. Yo no pude reír en ese momento. Y mucho menos puedo ahora. Nunca olvidé el afecto que recibí y recibió la Agencia Para la Libertad. ¡Fuerza muchachos, con todo el corazón!