La Gremial de Abogados y Abogadas ante la partida de Roberto Perdía

Roberto Perdía fue un gran Jefe Montonero, un militante íntegro e inclaudicable.Pero también fue un gran abogado.

Ni bien se recibió de abogado trabajó muchos años en el norte de Santa Fe.

En el Chaco santafesino, representando a hacheros, jornaleros y explotados de todo tipo arrasados por las grandes empresas terratenientes.

No hizo fortuna. Ganó innumerables juicios, pero no hizo fortuna.

No fue «un abogado exitoso», porque no cobraba honorarios o, cuando los cobró, puso ese dinero para la construcción de la incipiente organización Montoneros que nacería años más tarde.

Trabajaba en un pequeño cuartito de dos por dos, en las afueras de Reconquista, que alguna vez nos mostró en algún viaje al Paraguay.

El Pelado Perdía fue el impulsor casi en solitario de esta Gremial de Abogados y Abogadas.

Juntó las cabezas de viejos abogados como el Vasco Orzacoa, el Viejo Héctor Chávez  (ex Preso y que había pertenecido a la primera Gremial de los 70) y algunos de menos años, y así, empujandonos, logramos hacer el primer Encuentro en Córdoba y lanzar la Gremial.

El Pelado Perdía fue el autor de nuestra Declaración de Principios, una especie de Biblia o Estatuto de la Gremial.

Varias veces la Gremial estuvo en crisis y a punto de desaparecer en sus primeros años.

Diferencias de criterios, de expectativas o de ambiciones.

Y fueron, tanto el Pelado como otro de nuestros muertos, Juan Carlos Yaggi, quienes tiraron para adelante, se plantaron, nos sostuvieron a algunos que flaqueábamos y gracias a ellos logramos ser la Gremial que hoy somos.

Jamás fue un jurista en sentido estricto, un abogado de academia.

Pero lo fue en presencia, militancia de las causas y solvencia personal.

Estuvo un mes internado en un hospital público con las limitaciones y deficiencias que todos conocemos.

Algunos ex compañeros le ofrecieron internarlo en un Sanatorio carisimo y de élite y él se negó.

Jamás quiso privilegios.

Se nos va un fundador de la Gremial y termina con él uno de los periodos más ricos de nuestra organización.

Seguiremos por el mismo camino.