Lucio Dupuy: No hay defensa corporativa

(Por Fernanda Giribone/APL/Isadora) Según el tribunal, Magdalena Espósito Valenti, madre del niño de 5 años, fue autora material del “homicidio triplemente calificado por el ensañamiento, la alevosía y por el vínculo”,  y su pareja, Abigail Páez, fue autora material del “homicidio calificado por ensañamiento y alevosía y por abuso sexual gravemente ultrajante”. Las penas se conocerán el 13 de febrero, pero este veredicto abre la posibilidad a la prisión perpetua para ambas. El aberrante crimen de Lucio ha indignado a la sociedad, sin embargo a muchos les ha hecho preguntar: ¿dónde están las feministas?

Como pocas veces en la historia, el actuar del feminismo se volvió una pregunta generalizada para los sectores más reaccionarios. Le reclaman insistentemente que se exprese sobre el crimen de Lucio, para que el movimiento de mujeres pueda así arribar a las conclusiones a las que ellos le quieren hacer llegar. Es que aparentemente el hecho de que las asesinas  sean dos mujeres -la madre, que debería ser una cuidadora amorosa, y su pareja- invalidaría la causa del feminismo y hasta la existencia misma de la violencia de género.

Sin embargo, estas críticas infundadas -pues no hay distinción de género en cuanto al pedido de justicia por Lucio- parecen además no reconocer que el movimiento de mujeres, lejos de hacer una defensa corporativa de cualquier mujer en cualquier hecho y circunstancia, es en realidad el colectivo que más se ha ocupado de visibilizar la violencia contra las niñeces, y de por los derechos de niñas y niños.

Los casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes son tristemente frecuentes,  y entre sus agresores figuran tanto hombres y mujeres. Tan así que, desde el asesinato de Lucio Dupuy, se cuentan otros 38 casos similares. Los niños y niñas conforman un grupo vulnerado, y según UNICEF, entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 hubo más de 9900 casos de violencia familiar o sexual contra menores en todo el país.

Lejos de buscar culpables entre colectivos que luchan por más y mejores derechos, para nosotros este infanticidio expone nuevamente las fallas del Estado. Así también lo expresó Silvia Gómez, la abuela de Lucio Dupuy quien sostuvo al finalizar  la audiencia de sentencia: “El sistema le ha fallado a Lucio en muchos aspectos”. El Estado abandonó a Lucio, como a tantas otras víctimas y esto no va a cambiar hasta que el gobierno nacional tome este  problema como una cuestión prioritaria y desarrolle políticas públicas para combatir este problema. Al igual que las leyes de Emergencia en Violencia de Género, la Ley Lucio de aprobarse no tendrá verdaderos efectos, sin un presupuesto real y suficiente que la sostenga.