MARCHA DEL ORGULLO: SOBRE EL ESTADO DEL ODIO, EL “LOBBY GAY” Y LA RESISTENCIA

(Por Pablo Herón/LID) El sábado 1 se realiza en Ciudad de Buenos Aires la 34° marcha del orgullo tras la victoria de La Libertad Avanza en las elecciones. Ante la política de odio del Estado contra la diversidad sexual y las promesas de más ataques, la necesidad de construir la resistencia vuelve al centro. A contramano de las expectativas previas, la victoria de La Libertad Avanza en las elecciones del pasado domingo cambió el escenario de la próxima marcha del orgullo. A principio de año Milei desplegaba de lleno su agenda antiderechos o “anti-woke” ligando la homosexualidad con la pedofilia en el Foro de Davos lo que decantó en un amplio repudio. Hoy con el resultado en la mano el Gobierno se prepara para acelerar su plan anunciando reformas contra la gran mayoría que hace malabares en medio del ajuste.

El panorama impone una nueva urgencia, reaviva el debate sobre cómo plantarse ante la ultraderecha y la necesidad de inundar las calles, ese lugar donde sin ataduras a especulaciones, rutinas y calendarios surgen nuestras conquistas. La contrapartida directa de esta urgencia es el clima de pasividad, larga espera y desmoralización al que vienen abonando las conducciones peronistas de organizaciones sindicales, sociales y políticas.

El Estado del odio

Si tras décadas de protestas y organización se conquistaron leyes hasta hace poco impensadas como el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, denunciando al Estado por no reconocer derechos democráticos, por no garantizar en los hechos ese reconocimiento formal o por persecusión policial a personas LGBTIQ+ -algo que nunca dejó de sucederle sobre todo a travestis y trans-, de la mano de Milei el rol estatal cobra otro calibre.

Con los discursos de odio siendo una pata oficial, el Estado fomenta a cielo abierto la discriminación y así los ataques a la diversidad sexual. Desde el trollcenter oficialista y los streams como Carajo cada día se difunden mensajes estigmatizantes en nombre de la defensa la familia heterosexual, lo supuestamente natural/biológico y la propiedad privada. El relevamiento del Observatorio de Crímenes de Odio señala que solo en la primera mitad de 2025 ocurrieron más ataques contra la integridad física hacia la diversidad sexual que en todo 2024.

Los casos del triple lesbicidio, triple narcofemicidio o doble femicidio en manos de un militante libertario antifeminista, ocurren mientras el gobierno propone quitar la figura de femicidio del Código Penal, limita la ley de identidad de género y desfinancia cuanto programa estatal haya contra la violencia hacia mujeres y personas LGBTIQ+. Patricia Bullrich llegó a echarle la culpa por los femicidios a las feministas.

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