“Nos están arrancando y si no estamos preparados nos van a matar a todos”

Bernarda Pesoa Torres fue una de la panelista del simposio realizado, el pasado 30 de mayo, al cumplirse seis meses de la desaparición forzada de Carmen Elizabeth “Lichita” Oviedo Villalba en el marco del el 2º Encuentro del Ciclo Internacional de Debates ¿Dónde está Lichita?, En esta entrega brindamos  la intervención Bernarda, lideresa Qom de Paraguay y dirigente nacional del Mujeres Campesinas e Indígenas. Próximamente seguiremos con las palabras} Deisy Choque, diputada del Estado Plurinacional de Bolivia, por el MAS; Michelle Ellner, coordinadora para Latinoamérica de Codepink, Estados Unidos; Estefanía Ciro, investigadora del Centro desde la Amazonia Colombiana Alaoriladelrío y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza Línea Fundadora. Los videos irán acompañados por sus respectivos textos. Este 2° Encuentro, iniciativa para apoyar nuevamente la búsqueda de Lichita en el territorio del Cerro Guazu, Paraguay  fue moderado por lxs compañerxs Lila Báez y Fabricio Arnella de la Secretaría de Trabajadores Migrantes y Refugiados/as (UTEP) y el Partido Comunista Paraguayo, respectivamente. (Ver video en https://youtu.be/0r1EZ58x7n0)

INTERVENCIÓN DE BERNARDA PESOA TORRES

Muy buenas tardes, aquí ya es de noche, y con el clima muy frio.

Mis saludos y respeto siempre con las hermanas de Argentina, Bolivia y otros países.

Yo soy Bernarda Pesoa de la organización Conamuri, soy de pueblo qom; y, estuve escuchando atentamente a las demás hermanas que hablaron antes de mi ingreso.

Dentro de la estructura paraguaya, siendo mujer indígena, veo que desde que empezó el golpe de estado, nuestro país se ha vuelto muy violento.

Las autoridades nos nombran como “ nuestras mujeres, nuestras niñas, nuestros indígenas”… ellos cuando hablan dicen NUESTROS, NUESTRAS y a nosotros no nos gustan esas palabras ; porque somos parte de la sociedad, somos parte de un país y SOMOS antes de la creación del gobierno y el estado mismo. Por esa misma razón siempre tenemos que tener respeto entre nosotros, con las instituciones públicas y con las autoridades estatales.

En Paraguay, en los primeros meses del año 2020, empezó el asesinato de niñas indígenas. Ahí empezó con fuerza, después ya no se distinguía si eran mujeres o no lo eran; sino que como parte de pueblos indígenas son asesinados muchos y muchas sin justificación alguna. Sin investigación alguna. Ellos hacen todo lo que se les dé la gana.

Antes de lo sucedido con “Lichita”, había empezado la violencia con nosotras y nosotros. El asesinato de niñas indígenas alrededor de la ciudad de Asunción lo demuestra, cuando se las ha encontrado a veces drogadas o asesinadas; pero no hay investigación profunda que busquen a los culpables, y cuando algo buscan se culpa otra vez a los hermanos indígenas. Esto yendo más hacia delante del 2020, parece que se ha normalizado. Se culturalizó el asesinato de niñas indígenas y después siguieron con las no indígenas  de 11 a 12 años de edad. Estas niñas fueron las historias conocidas; pero de las que tampoco nunca se han encontrado una pista para poder saber donde ellas están.
Dentro de eso también está ahora nuestros tema: “¿Donde está Lichita?”

Son muchas las niñas que no se sabe dónde están. Muchas niñas indígenas de las que no se sabe ¿por qué se les ha matado? ¿Qué culpa tienen las niñas, que culpa tienen las mujeres?

Entonces vemos que aquí son largos procesos de apoderamiento de los recursos humanos que hemos sobrevivido y resistido en nuestro país. Ya nos han explotado, ya nos han quitado los territorios que hemos tenido, y ahora en la última, nos quieren quitar nuestros territorios as profundos, que son nuestros cuerpos.

Entonces justamente por eso hay una campaña que se pregunta “¿Dónde está Lichita?”  Donde también nosotros tenemos que buscar dónde está nuestra dignidad, dónde está el respeto que merecemos.

¿Dónde está Lichita? ¿Dónde está la dignidad de las niñas indígenas? ¿Dónde se ha vuelto, como una desaparición, el derecho y la democracia de la que se habla tanto en Paraguay?

Siempre el gobierno dice que el Paraguay es un país democrático, pero solamente para los pares políticos es un país democrático; no para el pueblo… porque para el pueblo la democracia es que te metan en la cárcel, te amenacen con encerrarte y te persigan.  Esta estructura tiene muchísimas manos, piernas… tiene un cuerpo en donde en un brazo están las grandes empresas transnacionales, en el medio el poder político, justamente con la justicia… con la INjusticia que le llamamos nosotras como organización; y la otra mano de izquierda es la religión occidental, que es una otra estructura también milenaria; y en base a ella han desculturalizado las culturas milenarias de pueblos indígenas, con una religión que no es nuestra.

Entonces cuando el pueblo se enoja, cuando el pueblo empieza a levantar su voz, se utiliza a la iglesia para apaciguar la lucha social, así hacen que se que calmen los nervios; y entonces sigue en camino el asesinato, siguen las políticas partidarias que utilizan para decirte que va a solucionar todos los problemas.

 Ahora estamos empezando a entrar otra vez en las elecciones internas de los municipios. Entonces ahí termina la búsqueda de todos los desaparecidos; el olvido de todas las cosas que hemos pasado en estos años. Empiezan a hablar solamente de política partidaria. Se gasta dinero para papeletas, para campañas electorales.. y para la búsqueda de la desaparición de las personas como Lichita, no hay fondos.

Además no se habla del tema en la prensa, en los medios de comunicación.

La hacen desaparecer a ella y desaparecen las informaciones que el pueblo necesita.

Esto hace que se justifique la injusticia que estamos pasando en nuestro país; personalmente he pasado muchas situaciones. Hasta ahora no he tenido justicia, inclusive me culpan de todo lo que me han hecho: Me dicen que yo soy una mujer rebelde, que no obedezco ordenes de otros, que no quiero oír a otras personas; sin embargo no es así.

La fuerza de la clase organizacional es independiente. Es una idea autónoma de un ser que tiene derecho a opinar; que tiene derecho a participar en las decisiones en base a la justicia, políticas, de decisiones comunitarias.. decisiones que se toman dentro de un estado o sociedad en donde la persona vive; por lo que tiene el derecho de participar. Y por esa misma razón en nuestra lucha siempre decimos que sin la participación de las mujeres indígenas, sin la participación de las mujeres en el mundo no vamos a mejorar nuestro país. Porque cuando desaparecen tu hijo o hija es lo mismo a que te hagan desaparecer a vos como mamá y como papá. Yo me sumo también a esta lucha con la familia Villalba, porque a mí también me ha sucedido eso.

A mí no me agarraron, pero entonces agarraron a mi hijo. Lo encarcelan e igual dicen: “el hijo de la lideresa fue condenado”. Eso me ha golpeado bastante y con eso no se contentan.

Fueron por mí otras vez, me agarraron y me golpearon muchísimo. Me dirigí a un puesto de salud, aquí en nuestro distrito de Benjamín Aceval. Quise hacer el chequeo médico para luego realizar la denuncia, y me lo negaron…indicando que tenía que ir a Asunción. Siendo que era una emergencia, no me daban respuesta. Tuve que llorar enfrente de las enfermeras para que me atiendan. Acompañada siempre con mi organización y amistades. Tuvieron que verme llorando para que me pudieron atender estas profesionales de blanco.

Por lo tanto, no vamos a tener derecho si es que no la peleamos, si es que no batallamos por lo propio en una sociedad en donde reina la injusticia; en donde se persigue a la clase trabajadora, a los que luchan por un territorio para vivir bien y para tener una buena calidad de vida. Vamos a seguir siendo perseguidas y perseguidos en nuestro continente hasta que eliminen todas las cabezas de las organizaciones y puedan quedarse con nuestro pueblo, con nuestro cuerpo y con nuestro territorio, si es que la lucha no sigue firme en todo el mundo.

 Los grandes poderes políticos estudian quiénes tienen una tierra fértil donde puedan cultivar sus porquerías para acumular capital. Ellos estudian… entonces nosotros también debemos estudiar para saber cómo defender nuestro territorio y nuestros derechos como seres humanos.

Yo me sumo a la mama de “Lichita” porque también estoy sufriendo en carne propia por mi hijo, que hasta el momento aun no le he podido sacar de la cárcel.

Aunque dicen que los pueblos indígenas tienen una ley diferente a la ley nacional, a mi no se me reconoce ni se me trata como indígena en ese sentido. Entonces eso es una injusticia. A mí no me permiten demandar a los que me atacaron, mientras que a mi hijo lo atacaron y se lo llevaron forzosamente.

Entonces esto es una lucha por mi territorio.

Es una lucha en contra de las grandes empresas que quieren entrar, y que varias ya entraron en nuestra comunidad para cultivar eucaliptos; por esa misma razón a mi me hostigan, me amenazan y me persiguen como mujer indígena.

Pero por otro lado no me reconocen indígena. Dicen: “ella ya no es indígena, porque sabe manifestarse.. porque lucha por sus derechos.. y porque capacita a los que no conocen su derecho. Los indígenas no hacen eso…”

 Hasta eso hay que tolerar!

En estos momento antes las elecciones municipales, todos los candidatos llegan a mi casa, y me dicen que no se habla bien de mi porque yo estoy produciendo un cambio en la mentalidad por la defensa del territorio; que es la defensa de los derechos humanos y la defensa de las mujeres, niñas, niños y jóvenes. Lo cual es un cambio del pueblo qom. Ahí ya me persiguen porque yo “no hago bien las cosas”, porque esto está mal y porque parece que los indígenas siempre tienen que obedecer a los que les mandan; a los políticos que vienen entrando a una comunidad ofreciendo alimentos, debemos aceptarlos siempre, lo contrario es cambiar la mentalidad. Por eso siempre me persiguen como una persona peligrosa para su estructura y bienes comunes.

Por eso, desde la organización Conamuri decimos que la defensa de las mujeres y las niñas no tienen que tener limite, tiene que abarcar el mundo entero… como dice la compañera Daysi Choque y la compañera que hablo antes que ella.


Tiene que tener un impacto de aquí a otros países, se debe gritar: Dónde está Lichita hasta encontrarla, para que la mamá de ella, abuela y familiares estén tranquilos.

Vamos a gritar ¡¿Donde está Lichita?! hasta encontrarla; porque ella tiene derecho a contarnos cómo fueron las cosas; ya que el gobierno asume que ha hecho un gran esfuerzo para llegar a la democracia y la paz pública del pueblo paraguayo, siendo que lo que ocurrió en realidad es que fueron asesinadas niñas, acribilladas violentamente en el monte. A esto se refieren ellos cuando dice que fue todo un éxito.

A nosotras todavía no nos toca, pero nos están tocando en nuestra mente para no pensar, y nos están tocando en nuestros ojos para no ver lo que está sucediendo. Entonces nos está tocando nuestro espíritu y nuestra salud también.

Nos están arrancando, y si no estamos preparados nos van a matar a todos y a todas. Pero la herramienta importante es la unidad, el diálogo, la charla y la información… estos son todos nuestros elementos para tener la fuerza en donde estemos.

Ya sea en nuestra comunidad, en nuestro territorio, en el hospital o en la cárcel misma; con estos elementos siempre podremos tener un espíritu fuerte; con una mentalidad clara, en donde decimos: “estoy contigo y siempre estaremos contigo”.

Esto es lo que yo le digo a la mamá de Lichita, que no está sola, que todos y todas estamos con ella.

Eso es lo que necesito que le llegue. Este mensaje como mujer indígena y como Bernarda Pesoa.

Le digo que no está sola, que en todo el mundo estamos pasando la misma situación; solo que son diferentes momentos, son diferentes golpes que nos están dando.

Por esto, le doy fuerza, animo y esperanza… le doy fuerza espiritual y un gran abrazo a ella y a todos los que están oyendo en este momento.

Muchas gracias.