(APL) En pocos días se cumple la condena de 18 años que le fuera impuesta a Carmen Villalba. Estos últimos días se le están haciendo interminables ya que está sufriendo acoso y hostigamiento por parte del gobierno infanticida paraguayo. Están haciendo circular versiones y acusaciones de acopios de explosivos cerca del penal del Buen Pastor, con el objetivo perverso de culpabilizar a Carmen para entorpecer la libertad que le corresponde. Este 26 de julio está cumpliendo íntegramente su condena y medidas de seguridad de 18 años.
No se puede esperar nada del gobierno criminal de Abdó Benítez, el que secuestrara, torturara y fusilara a dos niñas de 11 años -sobrinas de Carmen- y que secuestrara a Lichita de 14 años, hija de Carmen, a quien ella sale decidida a buscar en todo rincón del Paraguay dónde tienen detenida-desaparecida su niña. Sale con la fuerza de una madre desesperada. No es posible permitir que más obstáculos le frenen.
La solidaridad internacional tiene que volcarse con ahínco para que Carmen recupere la libertad que le corresponde. Todas y todos de los lugares que estimen conveniente, tenemos que construir un grito colectivo que proteja a Carmen de acusaciones orquestadas.
Es imperioso la exigencia y el respeto a los derechos y libertades que le corresponden a Carmen Villalba, derechos reconocidos en infinidad de tratados consignados y firmados por cientos de Estados, entre ellos el paraguayo.
La defensa de los derechos humanos es de competencia universal. No podemos seguir permitiendo la naturalización de las atrocidades que cometen los Estados, no podemos ser indiferentes o neutrales ante aberrantes injusticias, el precio de degradación moral ha dejado heridas lacerantes en la conciencia colectiva.
Libertad a Carmen Villalba. Aparición con vida de Lichita.