Presos en condiciones infrazoológicas

(Por Oscar Castelnovo/APL) Todo lo que los animales tienen garantizado en la selva, por caso comida, agua y abrigo, le es negado a los presos de Bariloche. Al tiempo que los penitenciarios de esa provincia ejercen torturas físicas y simbólicas sobre los privados de libertad cada instante de lunes a lunes, sin francos. Pero el verdugueo no se perpetra solo contra los cautivos, sino que con crueldad se extiende a sus familias. Y así, madres, esposas, hermanas, se hallan en angustia permanente. Porque el hostigamiento sistemático, el robo de los alimentos o hacer tiempo hasta que se pudran y recién ahí entregarlos, la inexistencia de protocolos sanitarios en plena pandemia, hacer esperar durante horas bajo la lluvia -con temperaturas bajo cero- a las familias para depositar comida que no llegará o lo hará en estado de putrefacción, el destrozo de la ropa que llevan a sus seres queridos, más los insultos y el maltrato, son moneda corriente en este campo de concentración Siglo XXI que regentea, entre otros, una mujer a quién, al parecer, no le importa la violencia que sufren otras mujeres, como la que padecen las familiares de los presos. Se trata de la gobernadora provincial Arabela Marisa Carreras que tiene bajo su mando al Servivio Penitenciario de Río Negro. En su carta desesperada, que brindamos a continuación, los familiares, se dirigen a diversas instancias del poder. Toda nuestra solidaridad con esta justa lucha.

Al Ministro de Seguridad y Justicia de la provincia de Rio Negro, Sr. Pérez Estevan; Procurador General .de  Río Negro, Dr. Jorge Crespo; Secretario  de Derechos Humanos de Rio Negro, Duilio Minieri; Delegada de la Delegación Andina de la Secretaria de Derechos Humanos de Río Negro, Jimena Palopolis.  Somos familiares de internos  del penal N° 3 de Bariloche. Nos dirigimos a Uds.  a fin de solicitar su intervención  por todo lo que están pasando nuestros familiares, detenidos en el penal , especialmente, desde que empezó la cuarentena.  Hemos tenido paciencia hasta aquí, esperando que mejoren las condiciones  y que se cumplan los protocolos de salubridad y resguardo ante la pandemia pero nada de esto ha sucedido. 

 En relación a  la alimentación, la situación es desesperante. Les reciben pocos alimentos secos. Los chicos no saben lo que es un pedazo de pollo, ni pan casero dejan pasar tampoco. Los alimentos frescos  en general son despedazados, quienes están a cargo de controlar lo que llevamos, manosean todo con los guantes todos sucios ponen las manos adentro de las cosas, despedazan los morrones que vienen enteros,  el fiambre,  las salchichas que están envasadas  y cerradas al vacío.

Las cosas que llevamos los días lunes  no se las entregan hasta después de 48 hs. Los alimentos frescos cuando los reciben están ya en mal estado y los envasados   quedan sin el resguardo del sellado. El personal que revisa lo que llevamos  nos deshace y nos rompe todas las cosas  que vamos a dejar y lo que  no quieren dejar pasar no pasa  en forma arbitraria y tenemos que volvernos con los alimentos destrozados porque supuestamente no pasaron la revisión. No sé si ustedes nos pueden ayudar porque ya es mucho maltrato  de parte del  personal encargado de controlar la mercadería que llevamos.   

La ropa  y abrigo que les llevamos, la manosean, la rompen,  la tiran en una bolsa y uno no puede decir nada porque son ellos los que mandan. Los días lunes, están con su gente afuera, haciendo lo que quieren con las personas. Lamentablemente la situación es crítica. Estamos afuera durante horas tomando frío, mojándonos cuando llueve, mientras ellos están bajo techo. Tenemos que pasar de a una persona,  el otro día desde las 11 de la mañana hasta las dos de la tarde para entregar dos cosas. Somos maltratados por ellos en la fila, son maltratados nuestros familiares adentro, no podemos  decir nada y no tenemos quién nos ayude. 

 Nuestros familiares están “engomados”,  sin hacer nada, No tienen patio. Les dan solamente dos horas en el día para estar en el pasillo, el resto del tiempo  están encerrados en las cuatro paredes.  Sumado a esto, no tienen agua, ni calefacción, los baños están tapados y las condiciones de higiene son sumamente precarias.  Están padeciendo hambre y necesidad de que los vea un médico porque el doctor que los ve en el penal, les da ibuprofeno, pero no saben qué tienen ellos realmente.

Por todo lo relatado,  solicitamos a las autoridades correspondientes que se comprometan a dar una pronta respuesta a nuestro reclamo porque ya es demasiado el atropello y es muy injusta  esta situación que estamos  soportando y denunciando.

Atentamente.

Familiares del Penal  3  de  Bariloche.