(Por Soledad Olmos/APL) Mariposas Auge, grupo de acción urbana en género, realizó su primera ronda en Tigre para dar a conocer a través de una performance artística la situación que viven familiares y amigues de víctimas; quienes reclaman investigaciones rápidas ante las desapariciones, justicia inmediata por los feminicidios y desmantelamiento de las redes de trata y prostitución en zona norte. Un grupo de activistas toma la escena en la salida de la estación terminal de tren Mitre en Tigre; bañan la tarde con sus cuerpos vestidos de color rojo y una ronda tras otra por fuera de un mástil que flamea la bandera argentina completa la escena.
Caminan, observan, denuncian y rondan como las Madres de Plaza de Mayo, en esa misma Plaza ya lo hicieron 50 veces, todos los terceros viernes de cada mes denuncian a las redes de trata y al sistema prostituyente; ahora decidieron reproducir sus acciones en otros territorios y así meterse en la retina de un público atónito que sube y baja del tren, que camina por el centro Tigre, que confía en ese lugar para realizar una salida de vacaciones de invierno.
Antes de la ronda que comenzó pasadas las 17 horas, las Mariposas empiezan a juntarse, organizan el espacio, conversan sobre las estrategias por si alguien se acerca demasiado o intenta agredirlas, intercambian sensaciones. Ellas hacen un círculo, toman fuerzas unas de otras, saben del poder de su cuerpo y de su utilización como herramienta de denuncia; son abolicionistas del sistema prostituyente y coinciden en que con el inicio de este nuevo ritual se abre unapágina distinta en su propia historia como grupo.
Poco a poco entablan una relación con los carteles que llevan impresas a las mujeres desaparecidas en la zona, también de las asesinadas por esas mismas redes de trata y prostitución; los ubican en el centro del circulo,reconocen sus rostros, saben sus historias y tambiénque faltan muchas más. -No está la imagen de Keka Ramírez ni de Thiago Díaz dicen algunas, mientras otras responden: primero queremos preguntarles a sus familias-.
Cada una de las Mariposas cuelga una de esas imágenes indicando con furia “acá estamos porque ellas no están”. Carteles que son el símbolo de su denuncia: llevan nombres, datos y rostros; algunos son muy recientes otros llevan impresas fotografías desgastadas por incontables años lucha.
Micaela Fernández fue víctima de las redes de trata; su cuerpo sin vida y con signos de abuso sexual fue encontrado en 2013 en la casa de Dante Pato Cenizo, ubicada en General Pacheco, partido de Tigre; su madre Nancy fue asesinadaun año después mientras exigía justicia, y luego de recibir amenazas y hostigamiento por la policía Bonaerense y el circulo del narco tratante de su hija. Tamara López fue encontrada en 2015 en un descampado en Gral. Pacheco, víctima de la misma red de trata y prostitución que estaba comandada por Dante Pato Cenizo.
Luna Ortiz, víctima de una red de trata conocida en la zona, fue encontrada sin vida y abusada sexualmente en manada en 2017 en la casa de Isaías Villareal en Benavidez, todavía hoy la justicia patriarcal y revictimizante dirime si el feminicida debe ser excarcelado luego de un juicio injusto y donde la causa fue caratulada como abandono de persona. Milagros y Ludmila González son dos hermanas de Almirante Brown, ambas rescatadas de las redes de trata.
Viviana Altamiranofue desaparecida 2004 en Gral. Pacheco y tras diecisiete años de impunidad no se sabe nada de ella, irónicamente hace unos meses se hicieron algunos allanamientos para dar con su paradero. Valeria López fue desaparecida en San Fernando (Buenos Aires) el 26 de enero de 2020, a más de un año y medio de su desaparición la justicia no realizo una investigación contundente en cuanto a donde podría estar secuestrada ni da respuesta a sus familiares y amigues.
Keka Ramírez fue hallada pocos días después de su desaparición en 2015 con signos de haber sido ahogada,tenía 15 años era oriunda de Virreyes, partido de San Fernando y fue encontrada en Ricardo Rojas Pacheco, partido de Tigre. Thiago Díaz es hijo de Georgina Díaz quien fue asesinada en 2017 en zona de Islas de Tigre, desde ese momento nunca se supo el paradero del menor que al momento de su desaparición tenia dos años de edad.
En la reja que envuelve el mástil con la bandera argentina donde se realiza la performance son dispuestos con profundo respeto varias imágenes que dan pie a la clara situación de impunidad que se atraviesa como sociedad; algunas de esas imágenes llevan los rostros de Marita Verón desaparecida en 2002, el de Jesica Ajllahuanca y Cinthia Tobala quienes fueron desaparecidas en 2016.
Mariposas Auge tomó ese nombre como “símbolo es transformación, empoderamiento, libertad y liberación y en referencia a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, conocidas como Las Mariposas, ellas son tres revolucionarias víctimas de la tiranía de Trujillo; su asesinato, el 25 de noviembre de 1960, impulsó el fin de los dictadores en República Dominicana y luego la ONU declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional contra la violencia hacia la mujer”.
Las desaparecidas en la zona lo están hace más de diecisiete años como Viviana Altamirano; otras hace poco más de un año y medio como Valeria López; sin embargo, hay quienes cuyos nombres no se saben: en el barrio de las Tunas, partido de Tigre se encontró a fines de abril pasado. Distintas organizaciones exigen saber su identidad, setrata de un cuerpo con posibilidad de gestación que fue hallado en cercaníadel ArroyoLas Tunas, y aunque se pidió en varias oportunidades el ADN, en la fiscalía que trata la causa dice que el procedimiento esta demorado y que estaría a mediados del mes próximo.
Detrás de la impunidad estatal, por debajo de las cámaras de seguridad que vigilan continuamente pero que al momento de las desapariciones nunca están a disposición y mucho menos recaban información cuando ellas mismas son asesinadaspor redes de trata y prostitución; se encuentran las víctimas sus familias, les amigues y la angustia de parte de una comunidad atenta que ante cualquier sospecha inunda las redes sociales de rostros que muchas veces no se vuelven a ver nunca más.
La ronda es sin duda el origen en zona norte de una forma distinta de visibilización en el ignorado camino que transitan familiares, amigues y organizaciones;quienes cada día construyen más lazos, establecen más redes, denuncian abusos estatales, exigen justicia, reclaman la implementación de legislaciones consagradas como la Ley Micaela y la Ley Brisa e intentan transformar la realidad injusta, abusiva y revictimizante que viven y atraviesan mujeres, niñeces y disidencias.
(Nota producida en el marco del Taller de Narrativa de la Coope Esquina Libertad)