“Vivo en la esquina de calles Arenales y Mariano Moreno, ahí tengo una despensa y como anexo una sandwichería, soy expresidente de la Liga de Veteranos de Fútbol y actualmente estoy en la comisión. Los sábados solemos jugar al fútbol con amigos, donde incluso concurre personal policial, después del partido nos juntamos en mi casa para charlar y beber algunas gaseosas y cervezas. Te hablo de personas de entre 40 y 50 años, gente grande que nos juntamos para socializar un rato”, comenta Pedro Acosta.
Hace unos 15 días, como es habitual, Acosta y sus amigos se juntaron a jugar al fútbol y charlar en el tercer tiempo. Por algunos inconvenientes de salud, esa tarde Acosta tuvo que ir al hospital. “Cerca de las 20 me llamó mi hija, descontrolada por los nervios y gritando: “No sé qué pasa papito que están disparando, les pegan a los muchachos, tengo mucho miedo’’ me dijo llorando. Salí corriendo, me subí a la camioneta y me fui para mi casa, ya se habían ido. Según me dijeron, justo ese día hubo un incendio cerca y tuvieron que trasladarse a ese lugar”, recordó indignado el denunciante.
Cuando el sol se dispone a ocultarse y los amigos se juntan en la vivienda ubicada en la casa del ex presidente de la Liga de Veteranos, como ladrones en la noche los de Infantería sorprenden a los hombres rodeados de mujeres y niños. “Mi hija, de 16 años, y mi señora me dijeron que además de disparar y pegarles a mis amigos quisieron entrar a la casa por la fuerza. En mi casa está mi señora, mi hija y varios menores, es una locura lo que hacen, sacan la Itaca y empiezan a los tiros. Esa noche se llevaron a tres de las personas que habían jugado al fútbol, entre ellos un policía de apellido Ramos”.
Según Acosta, no es la primera vez que el personal de Infantería actúa de esa manera. “Lo hicieron varias veces y hay denuncias por distintos hechos, gente que recibió disparos y fue dañada sin sentido”, apuntó. “Lo que denuncio es el atropello que cometen estas personas en su accionar, había menores, como mi hija y mi nieto de 5 años, intentaron meterse a mi casa pero no pudieron, preguntaban quién más estaba adentro para llevarlo preso, una locura, eso ya lo vivimos en otra época, ya no va más, para ingresar tienen que tener una orden judicial”.
A las expresiones de Acosta también se sumaron las de varios vecinos: “Lo que ocurrió el sábado pasado es algo que ocurre desde tiempo atrás, desde que en el pueblo hay un cuerpo de Infantería, comisarios renegados, llenos de odio que por algún motivo fueron trasladados acá y hacen cualquier cosa, a cualquier hora y por lo general de noche atropellan a cualquiera y se quieren meter sin permiso a las casas, andan a los tiros. Hay uno de ellos que tiene como seis denuncias en su contra”, se sumó a la denuncia pública uno de los amigos futboleros de Acosta.
Con nombre y apellido
Luego de realizar la denuncia en la comisaría 50 de Joaquín V. González, Pedro Acosta volvió para hacer una ampliación de la misma y señalar “con nombre y apellido al señor que lo llamo »francotirador’’ o »gatillo fácil’’, es el oficial auxiliar Roque Maidana Teseyra, ese tipo es el que se bajó y empezó a los tiros, lesionando a las personas y metiendo temor a toda una familia”, sostuvo el denunciante.
Varios atropellos
Según contó el señor Acosta a este medio, el 2 de abril personal de Infantería también montó un operativo similar al que hizo en su domicilio. “Ese día, cerca de mi casa, en otro negocio a la par de la cancha de fútbol, se llevaron a unas 15 o 20 personas, entre ellos algunos policías”.
Los denunciantes repudian el accionar del personal de Infantería, que según ellos guarda similitud con el desarrollado durante la década del 70, durante el denominado Proceso de Reorganización Nacional, y ante las amenazas que reciben, algunos no se animan a denunciar.
“En otra de las denuncias que están en la fiscalía penal de J. V. González, a un amigo lo sacaron de los pelos de su camioneta, lo esposaron y lo sentaron en el lugar del acompañante. A punta de pistola lo mantuvieron ahí y un policía manejó la camioneta particular de mi amigo. Algo parecido pasó con mi yerno unos 15 días atrás, en un embotellamiento se negó a las órdenes que recibía de ellos, lo tomaron como una rebeldía y lo amenazaron con bajarlo del vehículo”.
Ante las denuncias, esperan que las autoridades ligadas a la seguridad de la ciudadanía sean alertadas y pongan un freno al “accionar deliberado del Cuerpo de Infantería. Voy a utilizar una frase bien conocida por todos los argentinos, en J.V. González no queremos represión “nunca más’’”.
Por suerte no hubo niños heridos
Acosta solicitó se tomen las medidas necesarias frente a los apremios. La tarde noche que llegó Infantería a la casa de Acosta y comenzó a disparar a quienes compartían una de las tantas juntadas después del fútbol, “además de los tres detenidos y algún que otro lesionado por los disparos, los menores que estaban en la casa quedaron traumados, por suerte no terminaron con heridas”, expresó el Acosta.
“En ese momento uno de ellos, que bajó con una escopeta – dijo que sería una Ithaca- y comenzó a los tiros se llevó a tres de los hombres que estaban ahí. ¿El motivo? Nadie supo por qué”, agregó. En la ampliación de su denuncia, Pedro Acosta solicita al jefe de la Unidad Regional que tome las medidas correspondientes y que “la actuación se eleve a la Central de Policía de la Provincia”, porque considera que la Policía está para proteger a los ciudadanos y no para maltratarlos.