Paraguay vivió este lunes su cuarta jornada consecutiva de protestas cuando varios miles de ciudadanos se concentraron en la capital del país, Asunción, para manifestarse en contra del manejo gubernamental de la crisis sanitaria y exigir la renuncia del presidente y vicepresidente. Las acciones de descontento social se desarrollaron mayormente de forma pacífica frente al Congreso Nacional, enarbolando la consigna «todos los días, hasta que renuncien», en referencia tanto a la dupla presidencial, como a todo el Gabinete de ministros. Los protestantes exigen a los legisladores que impulsen un proceso de juicio político contra el mandatario, Mario Abdo, debido a su estrategia anti Covid-19 que ha derivado en el colapso del sistema de salud. Por otra parte, el crimen de Lilian y Marìa Villalba, de 11 años, como la desaparición de Carmen Lichita Villalba, repercuten cada día más fuerte en el plano internacional que reclama explicaciones y la vida de la adolescente secuestrada. (Con material de Telesur y APL).
De igual forma, las protestas llegaron hasta la sede del Partido Colorado (oficialista) lugar donde sí se registraron enfrentamientos con la policía. Un total de 16 manifestantes fueron detenidos en este y otros lugares de la capital donde se registraron barricadas y otras acciones populares.
Y es que los «colorados», de mayoría parlamentaria, son el principal obstáculo para un juicio político al actual mandatario. Es por ello que los manifestantes llevaron sus exigencis también hasta el domicilio del líder de ese partido y expresidente del país, Horacio Cartes.
Cartes, a la vez correligionario y rival político de Abdo, está al frente de la bancada Honor Colorado en el Congreso, que representa la mayoría parlamentaria. Dicho bloque aún no se ha pronunciado en cuanto al reclamo popular de juicio político, por lo que los participantes en la protesta demandan de ellos una acción tendente a la destitución del mandatario.
El incremento sostenido de los contagios por Covid-19, el colapso hospitalario y la virtual ausencia de vacunas, pese a las promesas del Gobierno, sumadas a la crisis económica y la corrupción, han determinado a los ciudadanos a lanzarse a las calles.