Triunfo de las mujeres en la calle y peligro de «vetos parciales» en el Palacio

(Por Fernanda Giribone/APL) Este jueves 14 será promulgada la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).  El oficialismo realizará en horas de la tarde un acto en el Museo Bicentenario de casa Rosada. La legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación se aprobó el pasado 30 de diciembre en la cámara de Senadores por 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención. Aunque la promulgación o reglamentación de una ley no siempre es necesaria, cumpliéndose los 10 días hábiles desde la sanción, la ley IVE será promulgada desde el ejecutivo en la Casa Rosada. Este acto es importante porque pretende capitalizar para el gobierno éste triunfo del movimiento feminista y de mujeres, que pelea desde hace más de 30 años por la legalización del aborto. Pero, además, porque probablemente deberá incluir los últimos cambios que el gobierno negoció con los sectores antiderechos, y que fueron acordados «de palabra» a los efectos de evitar que el texto volviera a la Cámara de Diputados.

Por ello se especula con que se vetará la concepción de salud integral del artículo 4. Este veto parcial borraría la palabra «integral», logrando una modificación que brindaría mayor flexibilidad para que los objetores de conciencia puedan negarse a la interrupción del embarazo, ya que el concepto de «salud integral», según la propia Organización Mundial de la Salud, contempla tanto elementos sociales y psíquicos como ambientales. Por el contrario, limitar la idea de salud exclusivamente a lo físico, permite cercenar derechos.

Pero la promulgación, además de los últimos ítems que el gobierno entregó a los sectores más reaccionarios abre también otros interrogantes sobre cómo será la aplicación de la ley y cómo se garantizará la atención. Puesto que la ley no exige a los centros de salud la obligación de contar con profesionales dispuestos a garantizar la práctica, las preguntas empiezan a generalizarse, a la par de que aparecen instituciones donde todos los profesionales se declaran objetores de conciencia.

Por este motivo la duda fundamental es cuánto nos seguirá costando a las mujeres acceder a este derecho, y el gobierno ya advirtió que la implementación dependerá mucho de las redes de que ya hoy garantizan esta práctica. En este sentido, la Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, declaró que la aplicación de la ley no será tarea fácil en todo el territorio nacional (La Nación, 3/1).

El orden patriarcal exige a las mujeres cumplir la tarea de la reproducción biológica de la sociedad. Por este motivo el control sobre el cuerpo de las mujeres siempre ha sido fundamental. La pelea contra el patriarcado y el machismo es en parte la pelea histórica contra este mandato que nos impuso la maternidad como una obligación biológica, ética y moral, o como un castigo al deseo y la libertad.

La batalla que mujeres y personas con capacidad de gestar, enfrentamos en la conquista y concreción de este derecho será entonces cultural y política: para que podamos decidir sobre nuestras vidas tenemos que poder decidir sobre nuestros cuerpos. La autonomía, decidir sobre nuestra salud sexual y reproductiva, genera tanta resistencia y porque cuestiona directamente al poder hegemónico que siguen sosteniendo al patriarcado y el capitalismo.

La ley IVE, que el movimiento de mujeres logró que se apruebe en Argentina, es un derecho arrancado por millones en las calles, a un sistema que nos niega la salud, la educación, la posibilidad de decidir. La ley IVE es el reconocimiento de que la maternidad no es una obligación y que existen otras decisiones, otras realidades, otros deseos. La organización y la constante movilización en las calles será fundamental para garantizar que efectivamente la ley se aplique, y que el derecho se garantice para todas las personas. Para que el acceso sea igualitario, para que se en todo el territorio tengamos aborto seguro, con profesionales de la salud, y para que nadie nunca más se juegue la vida o la libertad por su derecho a decidir.