Querida Silvia : Me toca despedirte hoy a vos . despedirte de la vida. Pero quiero decirte que no vas a ser olvidada; fuiste una gran compañera. Cuando te preguntaron si podías cuidar a mi hijo de pocos meses, cuando yo fui secuestrada por los marinos genocidas durante la dictadura, no lo dudaste y protegiste intensamente a ese bebé Fue un acto de indudable valentía. Vos dirías “pero Betty eso lo hubiese hecho cualquiera”. No Silvia, no, ni siquiera la familia lo hizo , muchas puertas se cerraron cuando pedíamos refugio. Pero vos luchaste contra todos que tenían miedo que los militares volvieran.
Lo tuyo, tu vida ha sido coraje solidario.
Estaría toda la vida hablando de vos querida Silvia.
Me consuela saber que no estuviste sola, tus últimos momentos fuiste rodeada de mucho amor de tus hijos y nietos y yo a la distancia a través de Patricia.
Hermana no puedo seguir escribiendo porque la tristeza me invade.
Por todo y mucho más, querida compañera: Hasta la Victoria Siempre
Blanca Alonso Firpo, Betty de San Telmo