(Por Chenka Nómade y Oscar Castelnovo) Rodeada por militantes de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, entre otros espacios, Inés Alderete irá al juicio del asesino de su hijo Marcos Acuña fusilado por el prefecto Juan José Silva, quien alegó «defensa propia», luego de disparar 3 veces contra el joven que portaba dos encendedores, el 28 de agosto de 2015, en Quilmes. Inés no cree en la Justicia, «porque los pibes no vuelven a la vida». Pero opina que la lucha es imprescindible para que las fuerzas de Seguridad, cuyos mandos están siempre en el Poder Ejecutivo, «dejen de matar a nuestros hijos». A la vez, Inés considera necesario un cambio social que impulse el trabajo, el estudio y todos los derechos arrebatados a los más vulnerados. El juicio se desarrollará el miércoles 23, jueves 24, viernes 25 de febrero del 2022 a las 9:30 horas en Juzgado Correccional Nº 3, Av. Hipólito Yrigoyen 475 Poder Judicial de Quilmes, a cargo de la jueza. Julia Andrea Rutigliano. La Gremial de Abogadas y Abogados, con Rosario Fernández y Eduardo Soares, representan a la mujer, cuya rabia estalla al referir a los uniformados, a los jueces y a la política de estado «responsable de tantos crímenes». Contactos: Inés 1130835281/ Emi1126877054.
Al referir a su hijo, quien era padre de una bebé, la mujer prefiere destacar aquello que le quitaron a Marcos. Y lo hace «con bronca y con odio». «Era un pibe que no pudo criar a su hija Jazmín, -enfatiza- solo la disfrutó un año. Era un pibe que le quitaron la voz, que no pudo llamarme más «mamá», un pibe que no pudo sentarse más en la esquina, que no pudo sentarse más en la puerta de su casa. Lo peor del mundo es que le saquen el futuro a alguien, solamente por haber cometido un error, si es que lo cometió, termine su vida a los 21 años. Yo soy mamá de tres pibes y dos ya no los tengo, uno es Marcos y el otro es Gustavo (asesinado en 2020).
«LA LEY ES COMO EL CUCHILLO»
En la memorable payada con el gaucho Martín Fierro, el Moreno entona: «Es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja/el que la aguanta se queja, más el asunto es sencillo,/la ley es como el cuchillo, no ofiende a quien lo maneja». Inés no leyó el libro relevante de la literatura argentina, lo aprendió con sangre de su sangre. Así, la mamá de Marcos recuerda cómo la hostigó la Justicia: «Llevo años esperando el juicio que se suspendió varias veces, años de soportar el maltrato en los mostradores judiciales, una y otra vez. Hasta que un día me expresaron: ‘cincuenta y cincuenta, aceptamos que es un homicidio pero con un poco de legítima defensa, así que…’. Bueno, ya cuando dijeron así, listo… Me cago en la justicia. Porque la justicia está juzgando a una persona que tiene un arma reglamentaria, que disparó tres vainas, que terminó matando un pibe, que ni siquiera se quedó en el lugar del hecho, se dio a la fuga. Se presentó como a las 5 horas en una comisaría diciendo «me quisieron robar» con personal de prefectura al lado, quiere decir que la justicia no existe. Mientras mi hijo estuvo desde las 9 de la mañana hasta las tres de la tarde tirado en una esquina donde la policía me decía ‘señora no se acerque porque es un homicidio’. Nunca, nunca, nunca, desde que mi hijo estaba tirado en la calle apareció el fiscal a la escena del crimen, jamás, jamás apareció. Si sigo explicando todo lo que hizo la justicia creo que no tiene sentido. La justicia no existe, no existe para los pobres».
Aunque Inés, sí espera algo del juicio: quiero verlo condenado al prefecto, la verdad no lo quiero muerto porque no me interesa que la familia pase lo que yo paso. No dormir, no comer, estar sentada en la cama, que te moleste hasta que te hablen. Vivir solamente de recuerdos y lágrimas, la verdad que no me interesa que eso pase en la familia del prefecto. Me interesa que sí pague en una cárcel común. Que nunca más tenga un arma a mano, que no trabaje más para «defender a la sociedad» porque no sirve, que no trabaje con jóvenes, con pibes porque es una persona que desprecia la vida porque si digamos que hubo un enfrentamiento que vos estás viendo que hay 20 tiros de un lado 20 tiros del otro, yo te puedo decir que actúo bien esa persona porque está defendiendo a todos los vecinos que están en la cuadra. Pero acá solamente tiró él. Sí le pediría que así como tienen nuestros rostros, nuestras direcciones, nuestros informes, nuestros teléfonos intervenidos. Fotos de todos nosotros, yo como mamá sé que estoy en un montón de fotos por cada marcha, por cada lugar donde vamos sabemos que somos grabados por las cámaras, por todos lados. El respeto a la privacidad, así como ellos permiten la privacidad de los policías asesinos; que tengamos información los familiares de las víctimas, porque no es justo que ellos si puedan amenazarnos, mandarnos mensajes, todo eso y yo ni me gastaría en mandarle ningún podrido mensaje amenazándolo, lo quiero ver en el banquillo y nada más. Creo que eso es lo que ganamos los familiares, algunos, poderlos sentar ahí y bueno, vamos al tatetí, o sí o no, entras con el 50 y 50, no sabes si lo condenas o no lo condenas. Por más que el tipo te haya tirado con una ametralladora, siempre algo tienen ellos, una excusa, corren un auto, corren dos, corren tres y bueno le dieron a cualquiera. Para ellos ése cualquiera es un asesino, un chorro un delincuente y le hacen la causa armada así a cualquier pibe».
Por mi parte, confío mucho en los abogados que llevan la causa de Marcos. Sé que no van a ir a sentarse y tirar flores, sabemos que el estado no nos tira flores, tiran mucha, mucha mierda para los pibes y para los familiares de víctimas de gatillo fácil si el pibe robó algo, la madre, el padre, el tío, la abuela, los hermanos son crucificados de la misma manera».
«MAMÁ NO OLVIDA»
En una escena tan desgarradora como reiterada en la Argentina ensangrentada, gobierne quien gobierne, las madres se aferran devastadas al féretro donde yace su hijx. «Cuando murió Marcos yo le dije besando el cajón cerrado,: “mamá no va a parar hasta encontrar el que te hizo esto”, “mamá no va a dejar que nadie vuelva a tocarte” (Me refiero a su Memoria). Mamá no olvida. Al hacer mi primer cartel recurrí a un muchacho y le dije “necesito que me hagas algo así… con la foto de mi hijo pidiendo para pegar en el juzgado, se cumplió un año” y fue esa mi frase. “Inés mamá de Marcos pide justicia”, esa fue la primer frase que tuve y después empezó a pasar un año, dos años, en que la justicia se siguió burlando de mí, no dándole bolilla al juicio. Con esta tremenda burla, a partir de ahí dije ¿para qué voy a pedir justicia? al contrario, lo voy a refregar ¡acá estoy! Porque Mamá No Olvida todo lo que le hicieron a mi hijo, porque Mamá No Olvida que se cansó de golpear puertas, porque Mamá No Olvida que no puede acariciar el pelo de Marcos, porque mamá llora todos los días y no puede olvidar… besar un cajón cerrado… o porque Mamá No Olvida de que jamás va a tener justicia. Entonces eso es para que vean que las Madres no nos Olvidamos y que siempre vamos a estar luchando por la Memoria de ellos y para cambiar su mierda de sociedad con un estado asesino, ¿Qué mamá No Olvida? Algunos olvidan porque no lo tuvieron adentro, en las entrañas como una madre lo tiene. La única que está entre el cielo y la tierra es la mamá, por eso Mamá No Olvida, que allá arriba tiene a alguien y acá hay muchos hijxs para proteger. Mamá lo único que quiere es llegar allá, no para traerlo sino para llegar y decirle “hice lo que pude”: Mamá No Olvida lo que promete.