(Por Bárbara Taboada /APL- Arte: Martin Muollo) La izquierda de Boric y la derecha de Milei se entrelazan sádicamente. Sostienen relaciones carnales de mutuo acuerdo con el régimen global, para satisfacer sus deseos de violación y entrega de los territorios preamericanos a las corporaciones. En Chile se aprueba una nueva Ley antiterrorista /antimapuche, tecnócrata de hipervigilancia digital, al mismo tiempo que en Argentina se deroga la Ley de Emergencia Territorial indígena y continúa el despojo.
Ambos estados copulan, deseosos de dar vida a nuevos proyectos de engendros sionistas.
La élite económica global, terceriza la expropiación y el genocidio, para luego enmascararse en forma de organismos supranacionales. Así esperan, acechando a sus presas como araña de rincón, a brindar soluciones previamente pactadas, a la violencia que ellos mismos financian y profundizan.
Desde el wallmapu, territorio ancestral mapuche, se desdibuja la ficción de “derechos consagrados”. Los yanaconas, traidores a su origen, que son parte del circo político estatal como global, cargarán sus muertos, pactos y silencios.
La ONU brindará su “ayuda”… como bien vemos lo hizo y hace en Palestina propiciando el sacrificio de vidas inocentes y cuidando intereses privados. Así, ante la avanzada de violencia, vendrán las mesas de diálogo extorsivas que estos yanaconas internacionalistas preparan apelando al convenio 169 de la OIT, a la gobernanza global, a la agenda 2030/pacto global digital, en el que cada habitante de la América Impuesta, se encuentra cautivo y sin consentimiento informado de las penetrantes vejaciones que estos entes imponen como solución: gestar y garantizar una misma autoridad política, común, para toda la humanidad.
La criminalización de toda oposición genuina avanza, con cizaña, con leyes, sin leyes, con drones, biometría, con allanamientos, desapariciones, con censura y con el apoyo externo de ONGs, movimientos sociales, universidades, y “periodismo alternativo” pago, deseoso de muertes y desalojos, para justificar su apoyo a la nación mapuche: “escuchemos a nuestros indios”, “nuestros pueblos originarios” proclaman, como si fueran verdaderos dueños.
Estos progres, son operadores del sistema impuesto, argentinos y chilenos que festejan sus goles en cada mundial, que besan su bandera y celebran el calendario winka. Que reivindican sus instituciones, y legitiman la ocupación territorial/cultural genocida, cada vez que ponen sus votos en una urna y piden nuestro apoyo para legitimar sus proyectos. Todos se asumen dentro de un orden democrático legalista, siempre a mejorar.“Acompañan” la demanda de los oríginarios de cada territorio, porque lo progre hoy es ser plurinacional y antiracista; pero ¿Se preguntarán de quién es la tierra a compartir, de quién es el mar y los ríos? ¿Sabrán que ningún humano vale más que un bosque, y que cada bosque, lago y montaña tiene su propio ngen (dueño/espíritu protector)?
Académicos decoloniales y ambientalistas, todos se creen inteligentes y muy preparados, pero el fin siempre es llevar agua a sus molinos, a sus fines políticos, laborales e ideológicos. A que creamos en “avanzar juntos” al matadero que ellos mismos no tienen la capacidad de ver ni enfrentar.
Esta nota no la escribe un chat gpt, no utilizo IA para que decida qué o cuáles palabras serán más atrayentes a la hora de que usted lea la nota, no alimento a la bestia por negligencia. Escribo con tiempo, el propio… el necesario para analizar con vehemencia lo que acontece. Le pido el mismo tiempo para la lectura, para que de una vez por todas, se quite la necesidad de defender por miedo, el próximo mal menor, partido o color a justificar.
Nueva Ley Antiterrorista en Chile
El Gobierno de Boric avanza con la intención de continuar criminalizando a la nación mapuche. Declara que gracias a esta ley tecnócrata, contarán con una herramienta más efectiva, moderna y eficiente para perseguir los delitos “terroristas”: se permitirá perseguir y sancionar a integrantes de lo que el gobierno considere una «asociación terrorista» solo por el hecho de asumir supuesta pertenencia. Las penas serán de 5 hasta 15 años de cárcel. Así también, se sancionará a quienes presten “colaboración con lo que el gobierno asuma como “grupo terrorista y/o financiamiento del terrorismo”.
La nueva ley establece la definición de asociación terrorista determinando que se tratará de toda organización de tres o más personas, con acción sostenida en el tiempo y que, entre sus fines, esté socavar o desestabilizar las estructuras políticas, sociales o económicas del Estado democrático, imponer o inhibir alguna decisión a una autoridad del Estado democrático y someter o desmoralizar a la población civil o a una parte de ella.
La ley establece un largo listado de delitos, entre ellos homicidios, lesiones, incendios o destrucción con riesgo para las personas. Además, la nueva legislación incluye la aplicación de presidio perpetuo a presidio perpetuo calificado para quienes atenten en contra de la vida de las máximas autoridades del país. También, será penalizada la recolección de fondos y la conspiración para la comisión de delitos terroristas; como la difusión pública de mensajes o consignas que inciten a cometer este tipo de actos.
Es fácil entender que, en este contexto, cualquier demanda territorial genuina o reclamo histórico, serán asumidos como “actos terroristas” o “incitadores de disturbios”; y que bajo esta lógica, cualquier lamngen que reivindique al wallmapu, o una idea ajena al establishment, puede ser criminalizado por el sólo hecho de manifestarlo.
Esta semana, a días de la nueva normativa, se realizaron allanamientos en los Lof Winkul Kusra, Lof los Hualles y Lof Kunko Mawisam; siempre con violencia, siempre contra todo derecho de la niñez, siempre gestando el terror.
¿Qué sentirá Nuyado, la diputada socialista, cuando la gente que ella dice representar está siendo violentada con sadismo? ¿Qué sentirán los lamngen estatistas del ngulumapu, cuando ven a Pailalef, hoy como parte del gobierno, denominando a las reivindicaciones territoriales como «crimen organizado»?
Hace más de 40 días que Julia Chuñil Catricura, madre de cinco hijos y abuela de 10 nietos, fue desaparecida junto a su perrito, en el sector Ciruelos de la comuna de Mafil. Julia estaba siendo amenazada por no querer vender su tierra. Julia aún no aparece.
Será que en Chile todo es al revés: la izquierda ejerce el terror, pero lo denomina: “Mesa para la paz y el entendimiento”; mientras la nueva normativa de seguridad, permite la cacería y el espionaje.
Lo trascendental de esta nueva ley, es la legalización de la hipervigilancia digital como factor de “seguridad” y la violación a la privacidad. La ley permite técnicas especiales de investigación, como interceptación de comunicaciones con el sistema “Imsi Catcher”:
El dispositivo funciona como una falsa antena, convenciendo a los celulares de que la señal emitida es a la que deben conectarse. Una vez el teléfono móvil ingrese al “Imsi Catcher”, la persona detrás del dispositivo de espionaje puede acceder a todos los datos del celular: direcciones, mensajes, contactos, ubicaciones, actividades, etc.
Es importante recordar que en el 2021, tras la licitación del 5G, en Chile se promulgó la primera Ley de Neuroderechos, para “proteger los derechos neuronales”. La norma apunta a resguardar la actividad cerebral, así como la información proveniente de ella ante posibles manipulaciones. En palabras de Piñera, gracias al 5G se puede leer e insertar pensamientos y emociones en la población.
La Ley de Neuroderechos apunta a preservar la información almacenada intracraneal, pero no prohíbe ni explica qué tecnología se emplea para leerla; algo que los políticos de izq/der chilena saben perfectamente.
El 5G es una arma de energía dirigida, permite incidir frecuencialmente en los pensamientos y emociones de la población; por tanto, se aprueba la intervención neuronal sin aviso, y ahora la Ley antiterrorista, permite el espionaje sin tapujo a población seleccionada.
Entonces: ¿En manos de quién/quiénes está esta tecnología? ¿Qué sucede si sumamos esto al avance de la inteligencia artificial y la identificación digital?
Chile es un laboratorio y la población está corriendo enormes riesgos.
Hay terrorismos y terrorismos…
Ahora bien, saliendo de la mirada mapuche, y asumiendo una posición Chilena:
¿Boric no podría ser malentendido como terrorista por afectar directamente sobre “la soberanía Chilena” tras la firma del TPP11, un tratado que legaliza la entrega de todo el territorio como un cheque en blanco a las corporaciones? Recordar que a partir de este tratado:
*Chile deberá consultar todo proyecto legislativo, reglamentario o de políticas públicas con gobiernos y empresas extranjeras y tomar en cuenta sus observaciones.
¿Y los medios periodísticos de izquierda y derecha? ¿ No ayudarán al terrorismo por omisión y castración de la información? ¿Y por propiciar la censura para “cuidar a la gente” bajo los estándares de “ministerios de la verdad” y “verificadores de información” privados?¿ Eso no los haría cómplices?
Pacto Global: Humanidad Confinada
¿La gente del gobierno habrá analizado el trasfondo de la Agenda 2030 que Chile como Argentina han firmado con la ONU? ¿ Y el Pacto Digital Global Chile. el cual todas las universidades promueven y los movimientos sociales aplauden?
En palabras del Presidente de la Asamblea General de la ONU: «El Pacto Global sentará las bases de un nuevo orden mundial sostenible, justo y pacífico, para todos los pueblos y naciones». Abarca un amplio abanico de temas, como la paz y la seguridad, el desarrollo sostenible, el cambio climático, la cooperación digital, la igualdad de género y la transformación de la gobernanza mundial. https://chile.un.org/es/279472-las-naciones-unidas-adoptan-un-innovador-pacto-para-el-futuro-destinado-transformar-la
“Nuestro objetivo es un futuro digital inclusivo, abierto, seguro y protegido para todos. Solo podemos lograr esto a través de la cooperación internacional y la gobernanza que cierre las brechas digitales.” (…) Las Naciones Unidas proporcionan una plataforma indispensable para la cooperación digital mundial que necesitamos” (…) “Se trabajará en colaboración y asociación con todas las partes interesadas, incluidos los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, los organismos internacionales y el personal técnico y académico, las comunidades,etc. (…) Para lograr nuestro objetivo, perseguiremos los siguientes objetivos: (1) Cerrar las brechas digitales y acelerar el progreso en el Desarrollo Sostenible Metas; (2) Ampliar las oportunidades de inclusión en la economía digital; (3) Fomentar un espacio digital inclusivo, abierto, seguro y protegido; (4) Promover la gobernanza internacional equitativa de los datos; (5) Gobernar las tecnologías emergentes, incluida la Inteligencia Artificial, para la humanidad.”
Foro Económico Mundial – ONU – OMS = Colonialismo 2030
A simple vista el norte piensa y el sur obedece.
En Argentina, la ley antiterrorista promulgada a fines de 2011 por el kirchnerismo, ha traído varios muertos y la criminalización de la protesta por doquier.
Para el poder, la vida humana es moneda de cambio. Tal es así que según el nuevo código civil y comercial argentino, en su artículo 17 sobre los derechos de los cuerpos, dispone que los cuerpos le pertenecen al estado y tienen un valor científico, humanitario y social.
En 2021, tras la firma del decreto 125, el presidente Alberto Fernández comunicó que Argentina fue seleccionada para la experimentación con vacunas. Durante la plandemia, se acordó inocular terapias génicas experimentales, sin consentimiento informado, de al menos 4 laboratorios diferentes a toda la población (en especial a pueblos originarios y niños), por el sólo hecho de que una alianza global así lo demandaba. Los laboratorios y el estado firmaron un convenio de protección y confidencialidad. Las consecuencias hasta hoy son atroces; y se encubren las cifras de mortalidad y efectos directos tras las vacunas; incluso cuando las farmacéuticas hoy ya los reconozcan oficialmente, los medios callan.
La científica Lorena Diblasi, ha liderado un estudio en el que se han hallado 55 elementos químicos no declarados en las vacunas contra la COVID-19 de laboratorios como AstraZeneca, CanSino, Moderna, Pfizer, Sinopharm y Sputnik V. Este descubrimiento incluye nanopartículas metálicas, metales pesados e incluso lantánidos citotóxicos, lo que plantea serias interrogantes sobre la transparencia y seguridad de estos biológicos administrados en todo el mundo. ¿Por qué nos obligaron a obedecer y no cuestionar? ¿Por qué la información no se divulga?
Se están aplicando “paquetes tecnológicos” globales. Se inyectan a las políticas regionales, para esterilizar el pensamiento crítico, para unificar criterios, barrer soberanías y convertirnos en masas sin identidad. Las preguntas serían: ¿Qué organización terrorista afecta las soberanías nacionales, los cuerpos y espíritus? ¿Qué organismos y discursos se están legitimando para que decida por nosotros?
Si los estados nos asesinan para despoblar territorios y desplazarnos: ¿Se espera que los pueblos originarios pidamos intervención de la ONU en los territorios, para resolver éstos conflictos?
No olvidemos que el punto de la agenda globalista que hace suya la ONU, establece la “inclusión” de los desplazados-refugiados políticos o ambientales en territorios nacionales exigiendo espacios territoriales y derechos de “igualdad” en el país de arribo. Esto significa que la ONU, que autoriza disimuladamente guerras y genocidios para desplazar población, también es quien “garantiza” las condiciones en que vivirán los “desplazados”.
Derogación de la Ley de Emergencia Territorial indígena: Milei es parte de la agenda
En Argentina, el Gobierno de Milei firmó la derogación de la última prórroga de la Ley de Emergencia Territorial Indígena (26.160), que vencía en noviembre de 2025 y mantenía la suspensión de los desalojos sobre tierras comunitarias de comunidades originarias.
El decreto comienza citando el artículo 75 de la Constitución Nacional que, el cual reconoce la preexistencia de los pueblos indígenas, la personería jurídica de sus comunidades y “la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan”.
El objetivo de la sanción de la Ley 26.160 consistía en llevar a cabo un relevamiento jurídico, técnico y catastral que permita identificar los territorios que poseen las comunidades indígenas en Argentina, pero no brindarlos.
Es importante saber que esta Ley de emergencia opera con caducidad al cabo de 24 meses; por lo que obliga a las comunidades no identificadas a tener que estar movilizadas y asesoradas con abogados que muevan sus papeles en tiempo y forma; pero lo que sí es claro, es la eficiencia de esta ley para servir de censo; al permitir al estado indagar en forma detallada de lugares y cantidad de personas que exigen tierras ancestrales.
“En los 18 años transcurridos, de las 1.881 comunidades indígenas identificadas oficialmente en el país, el 47 por ciento del total, aún no accedió al relevamiento territorial correspondiente.” (CIDH).
Todo este circo nos invita a estar mareados, para elegir entre opciones inservibles, en vez de “des-cubrir” lo propio, quitar todo aquellos que encubre el reclamo auténtico.
De lo relevante nadie habla, es más fácil contar muertos y despojos que indagar sobre el sometimiento con nuevas tecnologías de control, con acuerdos coloniales, con nanotecnología aplicada en vacunas, con manipulación climática. Con lenguaje inclusivo, academicismo e ingeniería lingüística global activa:
Estamos ante el quiebre de los estado-nación y sus formas, mientras el transhumanismo avanza en nuevas estructuras híbridas, en pos de la IV revolución tecnológica digital que pregonan desde el Foro Económico Mundial.
No nos censan para “incluirnos”, sino para contar las balas. Nos incluyen en las universidades para corromper el rakizuam, para que nos adaptemos a sus términos y logremos ese sincretismo que nos desvalida. Buscan que nos matemos entre nosotros, pero que antes demos consentimiento.
Desde “las redes de apoyo” , las universidades y los medios de comunicación, se promueve la bajada de línea de los Rothschild. Aparecen en sus comunicados palabritas de “ resiliencia”, “sustentabilidad”, “cambio climático”,“gobernanza”, “justicia climática” etc. Todos repiten sin cuestionar, pero ¿de dónde creen que nace y se fomenta esta programación de ingeniería social?
David Rockefeller dijo en un reportaje a la revista “Newsweek”: “Algo debe reemplazar a los gobiernos y el poder privado me parece la entidad adecuada para hacerlo’ .
El banquero James P. Warburg afirmó: “Guste o no guste tendremos un gobierno mundial. La única cuestión es si será por concesión o por imposición”.
¿No les parece extraño que Bergoglio alias «el papa Francisco», o el “príncipe Guillermo (quien otorga su premio “Earthshot”, desde el 2021 al 2030 a quienes presenten soluciones impactantes y sostenibles para los problemas ambientales de la Tierra), o el sionismo norteamericano a través de los premios Goldman, apoyen la misma agenda 2030 y el mismo discurso que los “decoloniales”, feministas o ambientalistas con su reducción del CO2?
No, no es negacionismo, es delatar la hipocresía
Aquí no se niega el cambio climático, los incendios o inundaciones; se cuestiona que no se informa a la población mundial del uso de la geoingenieria aplicada en toda la Tierra; la cual permite generar inundaciones, sequías, incendios y movimientos en las placas terrestres previo calentamiento de la ionósfera por fumigaciones, e impacto de frecuencias por radares.
Existen centenares de patentes sobre modificación climática, incluyendo tratados internacionales como el Tratado de Enmod en el cual se establece la prohibición de manipulación climática para fines bélicos, y se abre el espectro a su uso experimental, humanitario y ambiental. ¿Tampoco se habla de ésto, por qué? Es cínico aplicar políticas comunes absolutas para “combatir” el cambio climático, y esconder la geoingeniería que produce catástrofes.
El negocio del conteo del Co2 es tan enorme como bizarro.
Forestal Arauco es una empresa premiada por la ONU. Se han certificado desde 2020 como carbono neutral, siendo la primera en su rubro a nivel global en alcanzar dicha certificación. Este año se comprometió a una reducción de sus emisiones en aproximadamente 1,5 millón de toneladas de CO2 al 2030.
Sin embargo, Forestal Arauco está expropiando un espacio de la comunidad Dionisio Manquel Chepo y de la Lof Kollam mapu. Sus plantaciones de monocultivo están sobre un cementerio ancestral milenario; por tanto, la forestal está violando acuerdos e impidiendo el libre tránsito; mientras criminaliza a los lamngen con falsas denuncias de robo y tala de árboles(https://agenciaparalalibertad.org/panguipulli-chile-criminalizacion-a-lamngen-mapuche-por-caminar-sobre-sus-tierras)
La élite económica global, terceriza la expropiación y el genocidio, para luego enmascararse en forma de organismos supranacionales. Así esperan, acechando a sus presas como araña de rincón, a brindar soluciones previamente pactadas, a la violencia que ellos mismos financian y profundizan.
Así, lo que no pudo la espada y la biblia, lo podrá la ONU; con la ayuda de «les lidereces indigenes» cooptadas para sus fines y entrega territoriales.
La #agenda2030, #cop16, los #creditocarbono, y la estupidez sustancial medio ambientalista, academicista, lejos está de resolver nuestros reales problemas. Su labor es consentir, lucrar y participar en actos, encuentros y ceremonias que legitiman el circo reinante.
Por dónde se mire, la izquierda pedalea para que la derecha se mueva, y visceversa…
El sionismo avanza. Se inserta en cada movimiento, nos digitaliza. Financia libros, películas, discos y documentales a quienes roben para la corona.
Les lidereses terricistas recorren los sitios de poder, haciendo que hacen, asumiendo representatividad, exhibiendo las fotos del horror, de territorios devastados que le sirven como pasaporte, para luego pedir financiamiento a sus proyectos …
Las focas aplauden el éxito de sus entreguistas, les gritan: Marichiweu! y les piden autógrafos.¿Dónde estará la solución?
Considero que en lo profundo de cada uno. Ser responsable para responsabilizar, recuperar la memoria, para no morir, informarse, pensar y ser honesto para no alimentar a los depredadores: Kiñe rakizuam.