¡NO ESTAMOS TODAS, FALTAN LAS PRESAS!

(Por Kuña Mbarete/APL) El  8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora,  se realizó un la Unidad Penal n°3  de Corrientes una feria del grupo “Manos Artesanas”. La UPn3 funciona en el Instituto Pelletier de la ciudad de Corrientes y este viernes abrió sus puertas al público como una  iniciativa que busca comercializar lo que producen las mujeres emprendedoras que están privadas de su libertad.

De 9 a 18 hs el patio del Pelletier fue ocupado por los puestos de mujeres que hacen budines, panes y cremosas, pintan almohadones y fundas, tejen portamacetas, escarpines y agarraderas, trabajan con materiales reciclados como el aserrín para hacer variados recipientes, cosen delantales qué luego pintan, arman aros, collares y pulseras, tejen materas con plásticos, etc etc. La lista es muy grande y la variedad y dedicación hicieron qué esa calurosa jornada también sea una cálida oportunidad para conocer a quienes están detrás de todas esas producciones.

“Manos Artesanas “ surgió en respuesta a lo registrado durante 2022 desde el Observatorio de Conflictos Sociales de la Universidad Nacional del Nordeste y la Red de Derechos Humanos de Corrientes,  quienes llevaron adelante encuentros con mujeres privadas de su libertad en la UPn3. Ellas hicieron manifestaron en esos momentos de diálogo la necesidad de seguir contribuyendo a sostener económicamente a sus hogares, por lo qué los emprendimientos y la feria virtual primeramente y presencial en esta oportunidad es en respuesta a esa demanda.

¿Qué lazos antipatriarcales buscamos generar?

La cita comenzó a las 9 de la mañana en un caluroso día donde a pocas cuadras se estaba realizando la movilización convocada por movimientos sociales, sindicales, espacios de géneros y autoconvocades  en general que cada #8m buscan visibilizar una variada cantidad de consignas sobre las opresiones qué vivimos mujeres y disidencias. Pero entre todas esas consignas hubo una qué siguió ausente: “ no estamos todas, faltan las presas”. Y una vez más dicha frase se hizo realidad.

La movilización  qué llegaba hasta la plaza 25 de mayo no se dispersó en búsqueda de aquellas qué “faltaban” por estar privadas de su libertad, no busco ir a la feria de aquellas qué a 200 metros habían logrado hacer qué las puertas de la cárcel se abrieran para recibirlas. Las invitaciones realizadas desde quienes organizaban este espacio y la mención realizada al finalizar el acto invitando nuevamente a visitar a las mujeres emprendedoras del Pelletier, solo logró que en unas pocas se acercaran. Las 5 compañeras qué sí lo hicieron fueron capaces de vivir una experiencia que no tiene precedente en la región (y quizás en el país): se abrieron las puertas de la cárcel para recibirlas.

Las presas seguirán faltando lo cual no parece interpelar a un movimiento de mujeres que no busca generar lazos qué atraviesen muros. Esto no es exclusivo de la capital correntina, se reproduce en muchos lugares del mundo en donde cada vez más la agenda feminista excluye.

Será momento de generar, de recuperar o imaginar nuevas formas de justicia, de solidaridad y de lazos con otras que atrás de los muros siguen existiendo y resistiendo.

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